Análisis de Fallout 4 - Menos rol y más survival

Fallout 4 llega a consolas y a PC con una propuesta que acentúa su vertiente survival a costa de moderar el rol si lo entendemos con respecto a Fallout 3. Supervivencia, exploración y un mejor sistema de combate son las bazas del nuevo trabajo de Bethesda Softworks. La manera de adentrarnos en el yermo cambia para ofrecernos un videojuego que en el aspecto parece similar a Fallout 3, pero que tras unas horas de juego sabe demostrar una personalidad bien distinta.

Tras la caída de la bomba, un tipo entra en el refugio en el que dormíamos y secuestra a nuestro hijo. Este es el motivo por el que saldremos corriendo por el yermo como todo un padre o madre coraje, en función de lo que hayamos escogido ser al pasar por el editor principal. El tema central de este Fallout 4 es la humanidad, algo que descubrimos tanto a través de la trama principal como de las secundarias.

¿Qué significa ser humano? Sobre ello reflexiona Fallout 4

La sociedad con la que nos encontramos en este Fallout 4 ya no está sorprendida por la hecatombe nuclear, está más organizada, recogida en refugios concretos y sabiendo protegerse de los peligros del yermo. El mapa de la Commonwealth y Boston, que recorremos en la búsqueda de nuestro hijo, tiene sus puntos claves más condensados.

En Fallout 4 hay menos paseos paseos a la deriva, hay cosas que hacer casi a cada paso con muchos edificios que son en realidad asentamientos de saqueadores y de los dichososo necrófagos. En torno a ellos se esconde la gente, defendiéndose como puede y necesitando nuestra ayuda para sobrevivir.

Con esta nueva estructura de mundo se potencia el componente de survival horror: no hay lugar para escaparse, todo está lleno de monstruos. Las llanuras desiertas no abundan, así que los colonos tienen o bien que construir fortinesrodeados de elementos peligrosos o cruzar los dedos para que no se los coman, y ahí entramos nosotros. Sí, el mapa es más pequeño, pero es mucho más consistente y tiene más sentido que en Fallout 3. Los grandes espacios están dominados por los seres mutados y la supervivencia pasa por buscar otros lugares en los que vivir.

El mapa potencia la idea de terror a cada esquina y la necesidad constante de sobrevivir

Tiene sentido, por lo tanto, que el juego nos invite a proteger a estos supervivientes hasta el punto de ayudarles a reforzar sus refugios, como si fueran el hijo al que estamos buscando. Esta es una de las primeras novedades de Fallout 4: la construcción y mejora de asentamientos. Hay que decir que aunque la idea es buena queda lastrado por un editor bastante incómodo y al que cuesta pillarle el punto. Hacer lo básico es sencillo, pero profundizar en él requiere esfuerzo y una entrega que quizás no quieras darle, porque lo que prefieres es seguir explorando, matando y consiguiendo nuevos botines.

Toca recoger materiales, pero por fortuna el editor cuenta con una opción de desguazar objetos cercanos, conseguir así acero, vidrio o aluminio, entre otros materiales e ir construyendo lo que los colonos nos van pidiendo para que sean felices. Esto incluye desde su defensa a hacerles camas, tiendas o zonas de cultivo.

La otra gran novedad del juego es la fabricación y optimización de armas, y esta sí que es un enorme acierto. Aquí las balas escasean, mucho. Es frecuente que durante un mismo combate acabes alternando entre tu arsenal para poder solucionarlo, porque sencillamente no tienes balas. Es por ello que lo mejor que puedes hacer es tener tus armas siempre preparadas para hacer el mayor daño posible.

La fabricación de armas está muy bien, la construcción de refugios no tanto

Las posibilidades de personalización incluyen poder cambiarle el cañón, el cuerpo, el punto de mira y hasta el mango entre varias opciones, para conseguir mejores resultados de daño, cadencia y comodidad a la hora de disparar. Los materiales que se necesitan son los mismos que para construir camas y casas para los habitantes de los refugios que vayas encontrando, así que ya os decimos desde aquí que lo primero que haréis será haceros armas potentes, y los supervivientes que se apañen.

Los enemigos en Fallout 4 os superarán siempre en número, tendremos pocas balas y nuestra vida en escasas ocasiones estará a tope. Esto último se debe a que la radioactividad es más puñetera que nunca. El agua, los necrófagos y hasta las tormentas radioactivas que se suceden de vez en cuando, llenarán nuestra barra de vida de una franja roja que limitará nuestra curación y también nuestros puntos de vitalidad totales.

Curar la radiactivadad es un engorro, sobretodo en los primeros compases de la aventura, por lo que entrar en un asentamiento de saqueadores con poca vida y pocas balas será una constante. Y ese momento en el que te adentras en una base enemiga, sabiendo que lo tendrás muy difícil para ganar, es lo mejor de todo Fallout 4; un momento que, como veis, está muy logrado, sobretodo gracias a su combate renovado.

El combate de Fallout 4 es maravilloso, de lo mejor del juego

El combate en Fallout 4 está muy mejorado con respecto a Fallout 3. Tanto las balas como las armas están mejor introducidas en el universo de Fallout que en el título anterior, pero también responden mejor a nuestros deseos, son torpes cuando tienen que serlo y ágiles cuando las hemos preparado para tal fin.

Los escenarios se diseñan para preparar enfrentamientos muy interesantes. Hay localizaciones que buscan a propósito que peleemos en callejones estrechos, cara a cara, y otros en los que es mejor ser sigiloso y aprovechar los potenciadores al daño que implica atacar estando oculto. Además, podremos hacer uso de nuestros compañeros para salir de las situaciones más difíciles.

La IA de nuestros compañeros no es la mejor del mundo

Nuestros aliados en Fallout 4 cumplen una doble función, la fundamental es la de auxiliarnos en el combate. El primero que encontramos es a Albóndiga, que sí, que es muy mono, pero rápido lo cambiaremos por otro tipo que sepa como usar una pistola. Las cosas como son, la IA brilla por su ausencia. Ellos van a lo suyo: buscar y destruir, pero gracias a que lo hacen nosotros podremos rodear al enemigo distraído con ellos y destrozarles la cabeza con una almádena.

Al principio del análisis hablábamos de que el rol se ha suavizado, y así es. Aquí ya no hay un sistema de karma como tal y el personaje es el que es, ni bueno ni malo. Nuestros aliados estudian nuestra personalidad y pueden gustarles o no nuestras decisiones, haciéndonoslo saber. Es así, a través de estos, como comprendemos la evolución moral de nuestro personaje.

Esta es la parte que más enfadará a los que llegan a Fallout 4 desde Fallout 3, y más aún los que aterrizan aquí desde los originales. Fallout 4 no tiene coversaciones tan intensas, cambiando el sistema del tercero por charlas más directas.

Por supuesto, podremos seguir alterando el curso de las cosas con nuestras decisiones, pero ahora las mecánicas de conversación son parecidas a las de Mass Effect 2: aparece una línea de conversación resaltada de vez en cuando, y pulsándola, y en función de nuestras aptitudes obtenidas en el sistema S.P.E.C.I.A.L., puede ser que ocurra algo distinto a lo esperado.

Fallout 4 es menos rolero en comparación con Fallout 3, pero eso no es malo

Todo el trabajo que se ha hecho optimizando el combate en Fallout 4 y la parte de supervivencia y estrategia durante el mismo no se ha reproducido en las charlas. Ahora son más sencillas, directas y accesibles. El empujón gráfico se nota en los modelados y en la ambientación del mundo postapocalíptico, pero no en las expresiones de la gente ni en la interacción de esta con su entorno. En eso, se sigue viendo como un juego de pasada generación. Fallout 4 es también muy continuista en sus mecánicas de abrir puertas y ordenadores, pero la verdad es que nos alegramos, porque siguen funcionando tan bien como el primer día.

Que las conversaciones hayan perdido profundidad en Fallout 4, pero que la hayan ganado los escenarios, implica que ahora el yermo sabe contar sus historias mejor a través de lo que vemos, más que por lo que nos cuenta la gente. Es común entrar en una casa y encontrarnos a una mujer muerta en la cama con un montón de Jet en la cómoda y comida podrida alrededor, o llegar a la cima de un edificio y descubrir una plataforma para saltar y suicidarse por un motivo que hemos descubierto al explorar este. Tampoco os penséis que las historias extrañas, obtusas y retorcidas no están en Fallout 4, porque lo están, aunque de un modo diferente y más sutil al que hay que acostumbrarse.

Esto también afecta a como nos enfrentamos a la subida de niveles, en Fallut 4 prima saber ser letales, protegerse de la radiación y ser sigilosos. Hay también un buen número de perks dedicados a potenciar la parte de construcción de refugios y de armas. Tú decides que tipo de superviviente vas a ser, pero como hombre o mujer letal que se ha de enfrentar a un mundo y resistir sus ataques, más que como una decisión a nivel moral o espiritual. Ahora este modo S.P.E.C.I.A.L., así como la subida de niveles, es mucho más accesible y agradable; te encantará matar y subir de nivel.

Subir de niveles en Fallout 4 es más ágil que en Fallout 3, y es todo un placer

Fallout 4 ha sabido hacer algo muy difícil: no ser Fallout 3, al menos la mayor parte del tiempo. Los parecidos son obvios, pero al cabo de cinco horas de juego te darás cuenta que gracias al nuevo planteamiento de los excelentes combates, el mapa con sus localizaciones más concentradas entre sí y los escenarios mejor diseñados, todo es distinto y mejor; sí, mejor.

A nivel argumental, Fallout 4 funciona muy bien, y también a nivel jugable. Es una pena que los personajes no jugador sigan haciendo cosas extrañas en su interacción con otros, con nosotros y con el entorno, y que sigan pareciendo pollos sin cabeza tantas veces. Es también una lástima que dé tanta pereza el sistema de construcción de refugios y que se siga sintiendo uno tantas veces como el recadero oficial del yermo.

Es obvio que Fallout 4 se ha hecho sobre la base de Fallout 3, y el juego del 2008, con sus decisiones ya desfasadas, aparece de vez en cuando, sobretodo en los momentos que hemos mencionado arriba. Como dice Fallout, la guerra nunca cambia, pero el nuevo acercamiento a esta que hace la cuarta entrega sea todo un acierto, pese a alejarse del rol a cambio de ser más survival horror que nunca.