Final Fantasy XIV: A Realm Reborn Análisis

    Square-Enix ha aprobado con nota lo que parecía imposible: hacer renacer un reino online que fue un auténtico fracaso en su vida anterior. Pero llegó Bahamut en el interior de un meteorito, vomitó fuego y reconstruyó una Eorzea en la que, ahora sí, es una delicia jugar.

    Borrón y cuenta nueva. Final Fantasy XIV no funcionó, principalmente porque la experiencia de usuario era una auténtica basura. Las cosas hay que decirlas como son. Square-Enix tomó entonces la decisión de programar un evento en el que un cometa destruiría el mundo; y así fue. En su interior se hallaba una de las bestias más reconocibles del universo Final Fantasy, lo destruyó todo. Y en las cenizas de su fuego se reconstruyó su mundo devastado por unas terribles decisiones de diseño.

    Una mejor del anterior Final Fantasy

    Es interesante, por ello, ya no descubrir que la versión de PC funciona a las mil maravillas, sino que también la de consolas, la de PS4 en concreto es una gozada a los mandos. Vale, no tan bien como su versión de compatibles; escribir textos es lioso y si no tenemos todos los atajos memorizados, podemos llegar a confundirnos. Pero aún con todo eso, el juego se disfruta mucho en consolas, con un mando y repanchigado en el sofá.

    A Realm Reborn ha sabido cuidar los detalles

    A Realm Reborn es un título precioso, con unos diseños de enemigos fascinantes y un universo rico y vivo. Sinceramente, es el juego de estas características en el que más he disfrutado mirando, con las habituales limitaciones de un producto que tiene que soportar a más de dos millones de personas online. En los títulos online, Square-Enix se ha trabajado mucho el ofrecer un universo íntegro y coherente al jugador, mucho más creíble que en otras de sus entregas.

    Éxito para el exigente control de un MMORPG en consola.

    Las ciudades, los bosques, los caminos, y las dimensiones de estos generan un espacio vivo en el que correr, atacar, disfrutar y realizar misiones. La música acompaña a las mil maravillas el desarrollo de la aventura, siempre con ese particular y genial estilo Final Fantasy.

    Cabría pensar que por tratarse de un título de estas características, las melodías no estarían tan trabajadas como en una entrega ordinaria, pero es totalmente al contrario. En A Realm Reborn encontramos grandes composiciones con la habilidad de saber cuando tienen que hacer acto de presencia.

    A Realm Reborn es un Final Fantasy XIV mejorado

    Hay poca caracterización para los personajes al inicio de la aventura, aunque en realidad es más que suficiente. Una vez saltas al terreno de juego, los diversos equipamientos se encargan de configurar a tu guerrero. En cuanto a las clases, nada nuevo bajo el sol. Traducido al particular universo de un Final Fantasy Online, nos encontramos a tanques, healers, dps, etc.

    El combate funciona muy bien. Herencia de Final Fantasy XII y del XI, pulido y perfeccionado hasta entregarnos lo que tenemos hoy. Atacamos en función de las habilidades que nos entrega el nivel que tengamos. Cada una de ellas consume una determinada cantidad de puntos de nuestra barra de habilidades, con lo que enfrascarnos en combates eternos o con demasiados enemigos nos puede pasar factura.

    A Realm Reborn cuenta con los mejores diseños de enemigos de toda la saga.

    Entran entonces en juego los aliados y amigos que tengamos alrededor, colaborando con sus clases al éxito de nuestro misión. El título, en su arranque, te hace pasar por misiones totalmente single player hasta que aprendas el fundamento de los combates y sus mecánicas. No es hasta el nivel 15, aproximadamente, cuando el juego empieza a mostrar su potencial.

    Entonces se abren nuevas misiones cooperativas, nuevas zonas y mejores desafíos, hasta el nivel 50, donde el juego realmente brilla con fuerza. Quizás sea ésta la mejor cualidad de este título: ser capaz de entregar siempre cosas nuevas que hacer al jugador, y a muy buen ritmo.

    Cuando pienses que lo has visto todo o que lo que el juego te permite hacer ya te aburre, éste se afana en abrirte una nueva puerta que creías cerrada, en retorcer su jugabilidad hasta conseguir que quieras echarle unas horas más.

    Excelentes diseños de personajes

    Packs de ampliación

    Para lograrlo, cobra mucha importancia la necesidad de cobrar cuotas mensuales. Casi once euros al mes que se invierten en entregar nuevos enemigos, nuevos retos y ajustes al juego. Éste es el punto más negro del juego y difícil de valorar a día de hoy.

    Lo cierto es que el título te da calidad y cantidad por lo que pagas, se actualiza constantemente, y con la compra del título tienes un mes gratis de suscripción ¿Demasiado dinero con la oferta que hay de F2P? Lo cierto es que al comprobar los contenidos que ofrece la cuota, se entiende.

    A Realm Reborn es un MMORPG bonito, accesible y muy divertido. En consola es una maravilla, engancha y es capaz de ofrecer retos interesantes a través de una jugabilidad fascinante. Y lo mejor de todo, es un placer volver a sentir que estás jugando a un Final Fantasy al meter un título de la saga en la consola.

    9

    Pros y contras

    • El sistema de combate
    • Amable con el jugador pero sin perder el gusto por retarle
    • Apartado gráfico
    • El tiempo dirá si las cuotas han sido una buena idea.
    • El framerate se va al garete con mucha gente en pantalla

    Final Fantasy XIV: A Realm Reborn

    Disponible desde 14 april 2014

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