Flyhunter Origins Análisis - Recordando los antiguos juegos de mascotas

Flyhunter Origins es un plataformas en dos dimensiones con gráficos recreados en tres y toques de acción para hacernos cargo de los enemigos. La Tierra es un lugar hostil, lleno de cosas aparentemente gigantes para un pequeño ser como Zak, ¿un enanito de jardín? No, una terrible y pintoresca montaña que escalar en nuestras PSVita

En este aspecto, Flyhunter Origins recuerda a aquel Cool Spot de Megadrive y Super Nes. La chapita de Pepsi tenía que correr y saltar por escenarios llenos de elementos gigantes, que no era tales, sino que ella era muy pequeña; pero no solo nos recuerda a él por eso, sino por el mismo concepto del juego. Es más, podríamos señalar a todos los plataformas que tuvimos en los tiempos de los 16 bits y 32 bits, juegos de plataformas amables, educados y muy divertidos.

Flyhunter Origins es un homenaje a aquellos plataformas de mascotas

En el control, nos encontramos un título tal cual de esas características: saltos, ataques contra los enemigos, caídas al vacío, descubrimiento de nuevos caminos además del principal, rebote contra las paredes y contra otra más para seguir ascendiendo indefinidamente... Flyhunter Origins funciona a los controles.

Gráficamente, el título es uno de IOS, literalmente, portado a la PSVita. Las texturas son pochas y los diseños de criaturas y escenarios son pobres, pero se compensa con un buen movimiento de Zak, bien animado, aunque el framerate se caiga de tanto en tanto.

Flyhunter Origins es soso, pero divertido en su planteamiento

Pero Flyhunter Origins se queda ahí. Carece de la genialidad de aquellos juegos de mascotas, limitándose solo a realizar un proceso de mímesis. Se trata de un título agradable, en el que se avanza de manera divertida encontrándonos con divertidas secuencias en tres dimensiones que nos detallan diversos aspectos de la aventura.

El videojuego hasta se para en realizar chistes acerca de la muerte en el videojuego y cómo el videojuego lo soluciona, en este caso, de un modo similar al que nos topamos en Borderlands II con la corporación Hyperion, a golpe de la creación de clones.

Flyhunter Origins cuenta con unas secuencias intermedias muy divertidas

Nuestro avance también queda reflejado en la obtención de mejoras recolectando biomasa desperdigada aquí y allá, haciendo de la experiencia una más agradable. En cuanto al desarrollo, hay una serie de zonas que se desarrollan de un modo similar al Space Harrier, hacia adelante y con la cámara en nuestras posaderas, y armados con un caza moscas, a azotar a las incautas, y no funcionan.

En definitiva, Flyhunter Origins es un ejercicio de nostalgia hacia aquellos juegos que no hace más que reproducirlos en una sencilla aventura plataformera. Una pena que la desarrolladora no se haya animado a darle un toque diferenciador a los gráficos, al propio Zak y al desarrollo de la aventura en general. Por todo ello, Flyhunter Origins es una aventura correcta y entretenida, y nada más, que no es poco.