Hungry Horde Análisis

    En el Plus del mes de noviembre encontramos a Hungry Horde, un simpático título que nos permite hacer el cabra como zombies, y como tales, hacer muchos amiguitos no muertos antes de que una bomba caiga y arrase con todo. Vamos, como Resident Evil 2 pero jugando en el otro bando.

    "Empieza por poco y acaba siendo legión", esa es la premisa fundamental del título. Empezamos siendo dos simpáticos zombies, cabezones y rectangulares en una ciudad preparada para la invasión; bueno, "preparado" a medias, puesto que aunque la zona está llena de trampas, barricadas y polis armados, la gente campa a sus anchas. Y tiene deliciosos cerebros.

    ¿Y qué es lo que les pirra a los zombies? Sí, los sesos. A medida que toquemos a un civil lo transformamos en zombie y se une a nuestra party. Siendo más, más podremos zamparnos y más puntos obtendremos.

    Y siendo tantos, ¿qué mejor que dividirnos? Puedes hacer que la horda se separe en dos grupos para zampar todo lo que pilles por medio.

    Hungry Horde te reta a zampar cerebros en un tiempo limitado

    Hungry Horde

    En el terreno de juego se disponen también una serie de cerebros, ya sin su cráneo, peladitos, cocinados y listos para ingerir. Los hay de cuatro colores y al coleccionar unos cuantos de cada nuestros zombies adquieren poderes que van desde acelerar sus pasos a cubrirse por un escudo de fuerza. Lo típico de un zombie.

    El tiempo es fundamental, lo necesitamos puesto que cuando este se agota cae un pepino atómico del cielo y volatiliza la ciudad. Sí, lo sé, estáis pensando: "¿Qué hace la gente caminando tranquilamente por las calles si va a caer una bomba nuclear y hay zombies?". Explicar eos no parece ser competencia de Hungry Horde.

    Los cerebros de colores varían el ritmo natural de Hungry Horde

    Hungry Horde

    Una vez que el contador llega a cero, el videojuego realiza un recuento de todos nuestros puntos y nos ubica en una lista con los mejores del mundo. Para amenizar la partida, nos encontraremos con unos paquetes de regalo con su cinta de envolver y todo, al cogerlos (o arrollarlos, mejor dicho) accedemos a unos divertidos minijuegos, que Son de lo mejor del juego.

    Hungry Horde es divertido y al llegar "gratis" (sí, le he puesto comillas porque gratis no es) con el Playstation Plus de noviembre se disfruta más. Digo más porque es el típico título para echar un par de partidillas y ya, no porque sea malo, sino porque su propio concepto no da para más. Empiezas, arrasas con lo que puedes, haces puntos y, si te apetece, repites la experiencia.

    Hungry Horde no es la cosa más variada del mundo

    Hungry Horde

    Para regresar al título, Hungry Horde varía su escenario, te invita a buscar más minijuegos y a coleccionar cromos, pero sin cambiar drásticamente su planteamiento de juego; con lo que lo dicho, perfecto para el Plus, para meter en la PSVita y para echar unos vicios.

    En la cara amarga, decir que el rendimiento del título es malillo. Es un juego inestable en tanto que su tasa de frames varía a poco que muevas la cámara o se junten muchos elementos en pantalla.

    El control tampoco funciona todo lo bien que debería. Separar a tu horda no ofrece buenos resultados ni es cómodo y la cámara no colabora. Es feote y su apartado artístico es genérico.

    Técnicamente, Hungry Horde no aporta nada

    Hungry Horde

    En definitiva y como ya hemos dicho, Hungry Horde es un videojuego para echar un par de partidas y dejarlo en la cola de descargas. Ese par será divertido, solo habrá más si el título consigue picaros para que mejoréis vuestra puntuación.

    6

    Pros y contras

    • Divertido en sus primeras partidas
    • Los minijuegos son originales
    • El control es durillo
    • La cámara no acompaña
    • Apartado técnico irregular

    The Hungry Horde

    Disponible desde 4 november 2014

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