Inside - Análisis de su versión para PS4

Inside es un potente paso hacia adelante sobre la propuesta de Limbo, el anterior trabajo de Playdead, tanto es así que aquel no parece hoy más que un borrador de este. No podemos empezar este análisis de Inside para PS4 sin alabar su acabado artístico, que deja atrás aquel contraste entre negros absolutos, blancos y grises tan manido a día de hoy, y avanza sobre él.

Inside abraza unos colores oscuros, tristes, pesados e invernales, pero con más matices, y recurre a no ponerles rostros a sus personajes para alcanzar el mismo grado de destrucción de la personalidad que conseguía Limbo. Sus exteriores ya no sirven para reflejar un espacio entre la vida y la muerte, o casi, pues retratan una fábrica que produce industrial y de manera seriada algo, ¿pero el qué?

Inside es un título que ha de jugarse con calma, paciencia y con ganas de fijarse en cada detalle que se nos muestra en pantalla. El videojuego terminará y no tendrás del todo claro lo que has visto, incluso aunque hayas descubierto el verdadero final del juego, y esa es su gran virtud: dejarte decidir por ti mismo la conclusión real del título.

Inside te pide estar siempre atento si quieres descubrir su historia

Inside empieza con un niño que cae por una ladera, está escapando de unos hombres que le persiguen y en su huida llega a esa fábrica que antes mencionamos. Su meta será la de escapar, solo eso, no sabemos de qué ni por qué, y descubrirlo será nuestra labor. En lo jugable, Inside se juega de una manera muy sencilla, con un botón saltamos y con el otro realizamos una acción.

Sus mecánicas de juego nos llevarán por un título que es una mezcla de sigilo y puzzles, aunque estos últimos fluyen y se solucionan sin esfuerzo; no porque sean fáciles, sino porque están tan bien construidos que siempre sabemos lo que tenemos que hacer, y disfrutaremos con ellos. Esa es precisamente la clave de Limbo: construir una huida en la que el jugador, encarnando al niño, intuye en todo momento qué hacer sin que el videojuego se lo diga nunca.

Las mecánicas de juego de Inside se aprenden sin ayudas externas al juego

Esto logra que sintamos la misma desinformación que tiene el niño del lugar horrible en el que se adentra. Inside no te avisa si has conseguido solucionar bien sus retos o no, en ocasiones creeremos que hemos muerto, pero no, o puede que creamos que hemos acertado en la solución del puzzle en cuestión, pero tampoco. Lo que hace es que sobre nuestra creencia de haber ganado, sobrepone una nueva tensión a superar, para que nunca nos sintamos cómodos.

Inside es terrorífico y morboso, no es un juego para todos los públicos por su tono pero te fascinará si te han gustado películas como Cube o Gatacca. Un puzzle mal solucionado, una plataforma mal ejecutada o una prueba de sigilo mal superada te condenará a presenciar un sanguinolento final que ríete tú de los de Resident Evil.

Inside no es para todo el mundo por su tono, hay que tener estómago

La gracia de Inside, y lo que mejor hace, es encadenar puzzle con pruebas de habilidad de manera que el propio jugador tenga que averiguar qué hacer sin tener ninguna pista. Con cada solución avanzamos y el escenario, en su cambio de escenas, nos revela la historia a cuentagotas, siempre sin textos ni voces.

Aunque lo hace muy bien, cuenta con un par de problemas que alejan a Inside de la excelencia: muchas veces tendremos que morir primero para averiguar cómo solucionar el puzzle. La muerte no está introducida en la trama por lo que no tiene sentido que perezcamos en la coherencia de la historia, y es injusta cuando llega así, porque no sabemos cómo evitarla hasta que no la sufrimos una vez.

Inside dura unas cinco horas pero es rejugable si quieres ver el final alternativo

Hay otro factor que le rechinará a más de uno pero que es necesario para explicar su historia aprovechando los escenarios. El niño camina durante muchos tramos sin que suceda nada más que la contemplación de estos fondos. Si adoras los títulos que quieren contarte una historia de manera velada esto te gustará tanto como a nosotros, pero si estas bajadas de ritmo en la acción te parecen innecesarias, aborrecerás Inside.

Estas son la espinitas que le quedan a Playdead para su siguiente título: ajustar sus ritmos de juego y seguir mejorando su narrativa para que no haya que recurrir a la muerte para comprender un puzzle. De todos modos, el estudio maneja bien su particular manera de narrar, los puzzles que plantea son fluidos y entretenidos, y sabe introducir al jugador en sus dinámicas de juego manteniendo siempre la tensión sin romperla. Por ello, lo recomendamos.

En definitiva, Inside no es para todo el mundo, pero para los que disfrutamos de este tipo de juegos es un imprescindible.