Jet Car Stunts Análisis
LLegado del mundo móvil, la portátil de Sony recibe un título de conducción en el que tendremos que hacer volar nuestro bólido; sí somos capaces, claro. Jet Car Stunts trae consigo unas mecánicas durillas de dominar, pero que lo definen como videojuego.
Jet Car Stunts para PSVita es un sencillo aunque terriblemente frustrante título de coches en el que nuestro auto lleva instalado un par de turboreactores en la parte trasera. Con ellos, Jet Car Stunts nos invita a salir despedidos por los aires, saltar entre circuitos y planear tras subirnos a una cuesta.
Sin embargo, el curioso planteamiento se va al traste ante las extrañas y puñeteras físicas de nuestro vehículo. La cosa es así: cuando Jet car Stunts te lleva a ir de un lugar a otro por los aires has de propulsarte con la suficiente cantidad de turbo, en el ángulo perfecto y el punto exacto de despegue. Si no lo haces, la malévola cámara se aliará con el obtuso control y te estrellarás. Catapum y a volver a empezar.
Dominar la aerodinámica de Jet Car Stunts requiere mucho ensayo y error
El coche, cuando se vuelve ingrávido, funciona como una especie de hoja de papel que va a lo suyo. Mario Kart, cuando te hace saltar de plataforma en plataforma, ya desde sus inicios en Super Nes, superaba esta papeleta de un modo mejor. Jet Car Stunts no, con un control que va entre un arcade de aviación y un título de coches tradicional pero sin conseguir encontrarse con calidad.
Hay quienes verán aquí un reto puesto que sí es cierto que, una vez que se domina el control, el videojuego aporta un desafío auténtico, enfrentándonos a una serie de fantasmas que no nos regalan ni una milésima de segundo a la hora de batirles; pero un exceso de ensayos, de pruebas y errores, de no acabar de entender cómo tiene que flotar el coche para triunfar, acaban por arruinar la experiencia.
La cosa va de competir contra uno mismo y romper récords
El apartado técnico tampoco acompaña. El ser un port llegado del mercado móvil a Vita no le sienta especialmente bien. El juego se ve pobre, con unos modelados simplistas y sin personalidad y los efectos de sonido petardean que da gusto.
Jet Car Stunts ofrece tres modos de juego, que sirven para desarrollar cada uno de sus apartados: el modo plataformas en el que aparecen los primeros síntomas de que el juego va a ser frustrante (esos saltos), otro el que hay que recolectar estrellas y un Time Trial, en el que disfrutar de ir a toda leche con nuestra máquina y el más a disfrutar de los tres.
No se puede decir que Jet Car Stunts sea un título bonito
Jet Car Stunts no es un videojuego para todo el mundo. Sirve para aquellos que buscan un desafío obtuso dentro del mundo de la locomoción, con un sistema de control difícil de entender y que le pide al jugador que lo comprenda para disfrutarlo. Si se consigue, el videojuego sí ofrece un reto interesante, con el desafío de superar los tiempos marcados por el título y de controlar la inestabilidad de nuestra máquina. Pero lo dicho, llegar a ese instante es un odisea.