Killzone: Shadow Fall Análisis
Killzone: Shadow Fall fue el juego de lanzamiento de PS4, y como tal, cumplió su función, pero nada más. Es un juego bonito y lleno de efectos que te pueden dejar boquiabierto, pero no termina de cuajar en cuanto a jugabilidad. Aquí nuestro análisis.
Cuando eres el juego con mejores gráficos de una consola, el día de su lanzamiento, tienes las cosas fáciles. Si te venden en un pack con ella, mejor que mejor. Y si no tienes nada más que jugar, pues eso, te aseguras de que el comprador temprano va a jugarte con ganas. Aún así, me costó bastante acabar Killzone: Shadow Fall. Es un juego con bastantes problemas, en otras palabras.
La saga Killzone me gusta, ojo, aunque examinando mejor mi juicio, diría que me gustan Killzone 2 y Killzone: Liberation. Eso hacen 2 de 5 juegos. Killzone 2 era un juego impresionante en cuanto a gráficos y que se manejaba como ningún otro shooter del momento. Además, su multijugador también tenía encanto y se diferenciaba bastante de Modern Warfare, que es lo que por entonces lo petaba. Liberation, por su lado, era un juego sensacional con un toque estratégico que le sentaba muy bien. ¿Pero qué le pasa a Shadow Fall?
La historia de Killzone: Shadow Fall no engancha
En primer lugar, la historia. Maldita sea, no podría ser más típica, más previsible, más aburrida, con personajes más simples. Hasta el giro final, que es la cosa más desastrosa que hemos visto en mucho tiempo, peor aún que ese horrible final de Killzone 3, se ve venir desde la mitad del juego. No tiene ritmo, no engancha, te obliga a dar saltos de localizaciones sin más razonamiento que “eh, tienes que hacer esto o los malos ganan”. Pues vale.
Es verdad que la narrativa está al servicio de la espectacularidad, entendiendo esto como, simplemente, buenos gráficos. Muy buenos gráficos, vaya, los mejores que he visto en consola hasta el momento. Me cuesta creer que exista un juego sin dientes de sierra, pero existe y se llama Killzone: Shadow Fall. La tasa de frames es estable además, sobre todo gracias al parche que lo fija en 30 (antes había subidas ocasionales a 40 o más que resultaban, curiosamente, incómodas), y el online, donde normalmente se quedan cortos todos estos juegos, resulta aún mejor: va a 60fps muy dignos.
Los gráficos no son suficiente
El problema es que esta potencia no está al servicio de los momentos impactantes. El primer escenario del juego es apabullante: abierto, con luces por todos lados, con libertad, con una épica contenida en las peleas ocasionales que no estás seguro de por qué ocurren ni de dónde surgen, pero por alguna razón, el juego no vuelve a permitir nada así, pero nada ni un poquito parecido. ¿Se quedaron sin tiempo? ¿Sin ideas? Ni lo sé ni me importa, solo tengo claro que hay un montón de potencial desperdiciado en escenarios pasilleros cuando la fórmula que se aplica en el primer nivel es fabulosa. Darte un aperitivo de 5 estrellas para luego cenar McDonalds da mucha rabia.
También me molestó que, como Killzone 3, hayan acelerado el movimiento del personaje. Killzone 2 molaba porque te movías como una mole, con tu equipamiento restándote velocidad y las armas pesadas haciendo que te dieras la vuelta muy lentamente. Nada de esa sensación genuina de juego queda en éste. Ha perdido lo que más marcaba la identidad de la saga y no ha sabido, aunque lo intentaba con ese primer escenario abierto, sustituirlo con otra cosa.
Modo multijugador anecdótico
El multijugador, afortunadamente, sigue siendo bastante diferente de todo lo que hay ahora mismo en el mercado, sea eso bueno o malo. A mi me gusta, pero durante un tiempo. Luego acabo saturado de los cuellos de botella, de que los modos se sucedan, de que haya tan pocos jugadores y de que los escenarios terminen pareciendo cubículos vacíos en los que la gente se arremolina en un punto concreto en cada ocasión. No hay áreas de acción, hay un punto y se vuelve cansino en cuanto mueres varias veces y no puedes hacer otra cosa por la baja cantidad de gente. Y el cambio de modo poco importa ya que, sinceramente, siempre acaba todo reduciéndose a lo mismo.
Otro Killzone fallido
Quisiera que Killzone: Shadow Fall hubiera conseguido aplicar su idea de escenarios abiertos con éxito en lugar de montar uno para presumir en el E3 con la prensa y dejar el resto del juego como eran los anteriores: pasillero. Ya podría haber regresado también al look mugroso y gris que tenían, pues por mucho que lo luminoso de esta cuarta parte quede bien bonito gráficamente, no tiene personalidad, como no lo tiene nada en Killzone: Shadow Fall. ¿Sabéis quién si tenía personalidad? Killzone 2.
