Lara Croft y el Templo de Osiris Análisis - Cuatro no son multitud

Lara Croft y El Guardián de Luz fue una agradable sorpresa para los fans de los juegos de acción y cooperación: la IA funcionaba bien, los puzles eran inteligentes y, si se jugaba con un amigo en lugar de con la ayuda de la máquina, la diversión y la picaresca estaban aseguradas. Por eso no nos extraña que exista esta secuela, Lara Croft y El Templo de Osiris.

Puede que algunos fans reciban este juego como un pasito atrás en una saga que se ha reiniciado hace nada con una nueva Lara, pero Lara Croft y El Templo de Osiris tiene entidad en sí mismo y no se avergüenza de ser una aventura enérgica, con buenos diseños de mapas y puzles pensados para que estemos un rato pensando la solución.

Lara Croft y el Templo de Osiris rebosa acción

La vista isomérica de Lara Croft y El Templo de Osiris ayuda mucho a que los escenarios, más detallados y grandes que en su antecesor, se luzcan como es debido, algo que sin duda beneficia a los puzles más complejos del final del juego y que, al comienzo del mismo, sirven para introducirse en su mundo.

Nos encontraremos con templos dorados llenos de espejos así como mazmorras malditas llenas de veneno y enemigos, y su diseño está tan presente en todo momento que la historia termina dando completamente igual: que el dios Set esté liándola parda nos importa poco, lo que nosotros queremos es seguir resolviendo puzles en estos geniales entornos.

Quizá por esta razón, la personalidad de Lara, siempre tan presente en los juegos, es algo completamente secundario, hasta el punto de que podríamos decir que es una sosa, al igual que sus compañeros, que en esta aventura pueden ser hasta tres: Carter Bell, sí, el antagonista del anterior juego, y los dioses Horus e Isis.

Las habilidades de cada personaje varían: Lara y Carter tienen habilidades más físicas, como usar un gancho para subir a una estatua y permitir a los demás hacer lo mismo; mientras que los dioses tienen habilidades místicas que les permiten accionar ciertos interruptores u objetos del escenario

Mapas que se transforman

¿Pero qué pasa si jugamos solos o con dos personajes y no con toda la plantilla? Esto es lo más interesante del juego: los mapas varían y se adaptan al número de jugadores, consiguiendo por momentos que sean escenarios completamente diferentes dependiendo de las personas que haya jugando en ese momento.

Es una apuesta arriesgada, sin lugar a dudas, pero permite disfrutar mucho más del Lara Croft y El Templo de Osiris cuando lo empiezas de nuevo con tres amigos que han venido a echar la tarde: si tú ya te lo has pasado a tu aire, no se te hará tan repetitivo y, además, desbloquearás nuevas cosas.

Entre puzle y puzle, como un Tomb Raider clásico, abrá momentos de acción y peleas, que se pueden resolver tanto con las armas por defecto de los personaje como con los rifles de asalto, lanzacohetes y bastones mágicos que hay ocultos por el escenario. Los enemigos son sencillos, en general, aunque algunos exigen seguir ciertos patrones.

Lo importante en cuanto a los objetos son los coleccionables y las mejoras. Estas últimas se consiguen a través de anillos, cuyo efecto es individual, pero también con amuletos, que aumentan las características de todos los personajes.

Lara Croft y El Templo de Osiris se disfruta más en compañía

Lara Croft y El Templo de Osiris está pensado para jugarlo en un sofá con tres amigos o amigas más. Aunque tiene un modo online, no hay nada como chinchar a la persona de al lado con una granada que lo tira por los aires o cambiándole el mando cuando se atranca en una situación. Todo esto se pierde online.

Pero tanto si juegas de un modo como del otro o vas por tu cuenta, Lara Croft y El Templo de Osiris es un buen juego de puzles con sus dosis de acción más o menos bien introducidas. No tiene una gran historia ni unos grandes personajes, pero garantiza una tarde de risas durante las Navidades mejor que ningún otro juego de este tipo.

Nosotros lo hemos jugado en PC, pero también está disponible para PS4 y Xbox One. El precio en Steam es de 19,99.