OlliOlli 2: Welcome to Olliwood Análisis

OlliOlli sorprendió a todo el mundo porque era un juego casi desconocido que lo petó fortísimo gracias a su hábil mezcla de estética, habilidad y el cariño que le tenemos todos al skate en los videojuegos, incluso sin haberlo praticado en la vida, gracias a Tony Hawk Pro Skater.

Dado el éxito de la primera parte, Roll7 se apresuró a desarrollar OlliOlli 2: Welcome to Hollywood con unos gráficos más apañados, una banda sonora igual de buena y unas mecánicas de movimientos, timing y velocidad que ya quisiera Sonic para sí. Lejos de ser más de lo mismo, este juego es como el Portal 2 de los juegos de skate.

OlliOlli 2 lo hace todo bien

Pero expliquemos primero cómo se juega. OlliOlli 2, como su primera parte, es un juego de inercia, de dejarse llevar por la velocidad, pero también de luchar contra ella porque hay que hacer diferentes giros con el skate para realizar trucos en el aire y aterrizajes precisos pulsando en el momento adecuado el botón X.

Si conseguir esto ya es de por sí difícil casi siempre, a esta fórmula se le suman múltiples caminos por el escenario, objetivos a cumplir, la posibilidad de hacer diferentes piruetas pulsando los gatillos, poder hacer diferentes tipo de aterrizaje y un largo etcétera de combinaciones a cada cual más compleja.

Bonito y sencillo como pocos

Para tratarse de un juego de skate, la verdad es que OlliOlli 2 es muy complejo en su fórmula, todo lo contrario que en su estética o su música. A los ritmos suaves pero bien adaptados a la estética de cada uno de sus 5 mundos le acompañan un apartado gráfico sencillo, de colores simples, pero de elementos bien identificables.

Nuestro personaje destaca sobre el fondo, que a su vez está muy bien separado de las superficies que nos sirven para grindear o que pueden ser un obstáculo en nuestro camino. Pese a ir a toda velocidad, OlliOlli 2 también piensa en el placer que se siente al mirar un escenario sencillo y bonito pensado para ser utilizado si somos hábiles.

Más combos, más retos

Pero describir este juego por cómo se juega o ve es un error: lo realmente importante en OlliOlli 2 son sus retos. Los más sencillos son los que exige cada nivel: hacer X truco Y veces, no hacer malo aterrizajes, deslizarte por una superficie marcada, recoger todos los objetos, romper la barrera de los 500.000 puntos, etc.

Si se cumplen todos en una pantalla concreta, se desbloquea el modo Pro de ese mismo nivel, que tiene objetivos más complejos aún si cabe. También hay 'Spots' o 'Daily Grinds' para ponerte a prueba sin margen de error y seguir mejorando poco a poco.

El indie a jugar durante todo 2015

Creednos: se mejora. Aunque OlliOlli 2 es un juego exigente y que puede frustrar un poquito, no rendirse y picarse con los objetivos y retos es la única manera de llegar a ser bueno en él. Y cuando lo eres, se disfruta de una manera única y muy particular. Puedes estar todo un día enlazando grinds y combos sin darte casi cuenta.

Su lanzamiento tanto en PS4 como en Vita le da un sentido especial gracias al Cross-Save, aunque nosotros somos más de jugarlo en la Vita, en ratos muertos que se alargan hasta que nos sentimos culpables. No por el tiempo, sino porque no hemos conseguido invertirlo bien en superar la puntuación de ese amigo tan bueno en el Daily Grind.

Recomendadísimo, sobre todo estando gratis en el PlayStation Plus.