OlliOlli Análisis

PS Vita sería una consola imprescindible si tuviera diez juegos tan buenos, bonitos y brillantes como OlliOlli. Es posible que los tenga en el apartado independiente que tanto está potenciando (últimamente y para bien) Sony, pero ahora mismo solo Tearaway y Gravity Rush entrarían en esta definición si hablamos de grandes producciones. Pero no estoy aquí para seguir cavando la tumba de la portátil sino para alabar uno de los mejores juegos de su catálogo, uno que puede mirar a la cara a 3DS sin asustarse.

Con OlliOlli te convertirás en el nuevo rey de la tabla

Digo en el antetítulo que estamos ante un producto que mezcla ideas tanto del siempre perfecto y a punto Canabalt y los viejos juegos de skate de la saga Tony Hawk. No hay más que ver las capturas para darse cuenta de las similitudes estéticas con el mejor runner que existe, pero para descubrir el elemento skater hay que ir al sistema de control y puntuación, que no es difícil de entender pero sí de dominar, y mucho.

Al hacer diversos giros en el aire con el stick izquierdo se marcan grinds y combos que puntúan no solo por la dificultad del movimiento sino también por su perfecta ejecución final, es decir, que ya se aterrice sobre otra barra o sobre el suelo, hay que estar atento de pulsar X lo más cerca del suelo para marcarse perfects.

Suerte, maestro

Es un ejercicio de maestría y tiempo más propio de un juego de lucha pero que encaja muy bien con la propuesta de OlliOlli, sobre todo cuando concurren una velocidad absurda, plataformas encadenadas y con espacios medidos y unas determinadas condiciones a cumplir si es que se quieren desbloquear las fases profesionales. Llegado este momento, parece más bien un plataformas de precisión en el que el ensayo y el error son fundamentales para avanzar y para divertirse, porque hay que fastidiarse lo que engancha. Un primo lejano de Super Meat Boy, vaya.

Repetir pantallas decenas de veces es parte de la gracia del juego, pues, aunque seguro que desesperará al jugador principiante y al más pro (yo mismo a veces me he desesperado bastante), pues un solo fallo tonto te va a mandar al suelo y de vuelta al inicio de la fase. Esto se vuelve más incisivo cuando se juega a hacer "spots", el modo de pantallas cortas para clavar los mejores combos posibles de la forma más rápida y, claro, superando siempre a tus amigos.

Piques mundiales

El sistema de leaderboards podría ser un poquito mejor, pero no nos pasemos, que este es uno de esos juegos chiquititos que se meriendan a otros más grandes y de presupuestos millonarios sin despeinarse. Solo hacen falta 10 minutos para darse cuenta de que esto es un videojuego de verdad, "de los de antes", como dirían muchos. Además, que para pique ya está el reto diario.

Como Spelunky, OlliOlli propone a sus jugadores que intenten conseguir la mejor puntuación día a día. Y con la mejor puntuación, hablo de la del mundo, de ser el primero ese día, de hacer uno combo tan genial en un solo intento grabado que nadie más pueda superarte. Se puede practicar primero, por supuesto, pero solo tendrás un intento para clavar el mejor grindeo de tu vida. Aquí es donde más horas se te irán a lo tonto.

Un fiel compañero de bolsillo

OlliOlli es ese juego del que no te separarás nunca y que llevarás siempre encima para matar el rato cuando nada más apetece. En un mes lo vas a tener muy visto, pero volverás a jugarlo y volverás a picarte porque, oh, hace falta habilidad y siempre que lo dejes unos pocos días, habrás perdido un poco de maestría. Y hasta que no la recuperes de nuevo, no podrás parar. Es el Canabalt de Vita, pero también un poquito Sonic y Super Meat Boy y muy, muy divertido.