Análisis de Paper Mario: Color Splash para WiiU

    Nuestro análisis de Paper Mario: Color Splash es un viaje por los recovecos de la Isla Prisma. El color ha desaparecido y solo Mario con su martillo puede hacer que vuelva. Únete a Baldo en un viaje de papel, cartón y mucha pintura.

    Si quieres saber si este Paper Mario merece la pena, no te pierdas nuestro análisis de Paper Mario: Color Splash, ¿es como Sticker Star, se parece más a La Puerta Milenaria? Tanto en lo argumental como en las mecánicas es más como el primero. El JRPG se ha salido de la ecuación a favor de minijuegos convertidos en mecánicas de juego, una exploración que por fortuna ya es no lineal y mucho, mucho humor.

    Paper Mario: Color Splash tiene una sencilla y humilde pretensión: arrancarte una sonrisa, eso es lo que has de buscar en él. Si buscas un viaje ameno, agradable y relajado por un universo lleno de colores vivos, alegría y sonrisas has encontrado el videojuego perfecto, pero si lo que andas persiguiendo es un juego de rol complejo y con los aciertos de Paper Mario: La Puerta Legendaria aquí no los encontrarás.

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    Paper Mario: Color Splash es un videojuego precioso y encantador

    Empezamos nuestro análisis de Paper Mario: Color Splash hablando de su argumento, uno que comienza de la manera más sencilla posible: una carta llega a casa de Mario con un Toad decolorado. La misión de Mario consiste en viajar a la Isla Prisma y descubrir qué ha pasado. Al llegar allí se encuentra con Baldo, un cubo de pintura mágico flotante que le guía en su aventura, le entrega un martillo mágico capaz de cubrir con sus golpes de pintura ahí donde golpea, y le insta a perseguir las maxiestrellas iris, con ellas, la paz regresará a la isla.

    El argumento da absolutamente igual, lo que es fascinante es cada encuentro con cada Toad, el encuentro de cada zona y quedar absolutamente enamorados de cada porción del mundo de juego. Paper Mario: Color Splash es precioso y adorable. Merece la pena jugarlo hasta el final solo por recorrer todos los lugares que tiene para que veamos.

    Sin embargo, aunque las conversaciones, las situaciones y el apartado artístico son fascinantes, Paper Mario Color Splash tiene dos problemas: su combate y las situaciones jugables que se suceden durante su exploración. Color Splash nos devuelve a las mecánicas de cartas de Sticker Star. En los combates no tenemos acciones que elegir, no es un juego por turnos convencional, solo tenemos cartas que recolectamos explorando, acabando con enemigos o comprándolas.

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    Paper Mario: Color Splash nos hace golpear cada esquina en blanco para que recupere su color

    En cada batalla de Paper Mario: Color Splash tenemos un número de acciones que aumentan a medida que jugamos, cada una de ellas se traduce en un naipe que hemos de tener. El problema comienza con que la selección de estos es táctil y para invocar cada cartón hay que realizar hasta cinco pulsaciones en el Gamepad, lo que hace que cada combate sea una cosa muy, muy lenta. El otro problema llega cuando nos quedamos sin cartas y tenemos que superar toda una zona sin ellas, usando un sistema de compras integrado en la batalla que ralentiza aún más la situación.

    No querremos combatir en Paper Mario Color Splash, y el juego lo sabe, pues a medida que nos hacemos más fuertes podremos derrotar a los enemigos de un martillazo sin entrar en combate pero ¿qué sentido tiene evitar una situación jugable cuando progresamos en el juego? ¿No sería más sensato profundizar en ella y mejorarla? Los combates no funcionan por insistir en la fórmula de Sticker Star y tampoco el bactracking.

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    Falla en combates y exploración pero acierta en su tono y estilo artístico

    Tenemos que señalar en este análisis de Paper Mario: Color Splash que muchas veces tendremos que volver sobre nuestros pasos para encontrar una miniestrella Iris escondidas por ahí, al hacerlo tendremos que repetir un puzzle que consiste en cortar con una tijera un tramo del escenario trasero, convertir la pantalla en tres dimensiones en dos y saltar de un punto alejado a otro. Este acertijo es de realización muy engorrosa, y una vez que lo resolvemos no se queda hecho en el mundo de juego, teniendo que repetirla, una y otra vez.

    Estos dos problemas hacen que avanzar por el precioso mundo de juego pierda interés y ritmo. Disfrutaremos mucho de hablar con los Toads, de conocer cada sección inexplorada, pero no disfrutaremos ni de los combates ni de volver a recorrer los escenarios para repintarlos.

    Es por ello que llegamos a las conclusiones de este análisis de Paper Mario: Color Splash diciendo que sí, que disfrutaréis del agradable y precioso viaje que propone el título, pero está lejos de la excelencia jugable y del ritmo de Paper Mario: La Puerta Milenaria. La conclusión es simple: si te gustó Paper Mario: Sticker Star te gustará este, si no, no.

    7

    Pros y contras

    • Precioso
    • Con muchísimo humor
    • Repleto de situaciones sorprendentes
    • El combate falla
    • El bactracking no emociona

    Paper Mario: Color Splash

    Disponible desde 7 october 2016

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