Pillars of Eternity Análisis - Del tablero al ordenador

    Pillars of Eternity regresa a los principios que convirtieron el RPG en lo que es hoy, pero actualiza muchos de ellos y extirma los errores que han cometido otros. Este es nuestro análisis de lo que bien podría ser Baldur's Gate 3.

    Durante el último año, hemos tenido un revival brutal de los RPG clásicos. Por un lado, está el heredero de Ultima VII, Divinity Original Sin, por otro está el nuevo Fallout, que es Wasteland 2; y por último, hemos recibido un Baldur's Gate 3, solo que se llama Pillars of Eternity.

    Por desgracia, no hemos vuelto literalmente a los Reinos Olvidados, pero las mecánicas y el espíritu del trabajo de BioWare, de la BioWare de aquel entonces, están presentes todo el rato en el trabajo financiado mediante Kickstarter de Obsidian. Chris Avellone y compañía: podéis estar muy orgullosos.

    Pillars of Eternity

    Pillars of Eternity entiende el rol como dios manda

    El parecido no acaba ahí, claro, pues se ha imitado ese estilo gráfico tan particular de los juegos viejos, de los años 90, con fondos estáticos. Obviamente, la resolución de las texturas es mucho mayor que entonces, los efectos son realistas y, en general, el Infinity Engine aguanta de maravilla todo y hace "lo viejo" muy nuevo y bonito.

    A través de estos y otros muchísimos detalles, Pillars of Eternity construye una burbuja de nostalgia para el pecero de toda la vida de la cual es complicado salir, no solo porque es una burbuja enorme, esto es, que dura un copón de horas; sino porque luego el resto de juegos no sabe tan bien ni mucho menos. Menos mal que está ahí Bloodborne...

    Pillars of Eternity

    El caso es que estas sensaciones pueden sobrepasar a cualquiera. Desde luego, tumbará de espaldas a cualquier novato en el género, aunque Pillars of Eternity haga un gran trabajo por ser inclusivo y fácil de entender; pero aún así: tiene tantos sistemas tras sus personajes, clases, estadísticas y objetos que no nos extraña que la guía oficial tenga varios volúmenes.

    Por supuesto, un jugador versado en los RPGs de este palo, y sobre todo el que tenga aún recientes los Baldur's Gate, se encontrará con el maná: la aventura es ardua, cada batalla puede ser un reto, los enemigos saben muy bien cómo organizarse y la gestión de cada personaje importa.

    No nos cabe la menor duda que es el juego por el que los backers de Kickstarter de Pillars of Eternity pagaron: es fiel a la idea inicial hasta un punto que nos asombra y no se sale en ningún momento de la fórmula preestablecida. Ahora bien: sabe mejorarla hasta puntos insospechados e inesperados.

    Pillars of Eternity

    Obsidian se ha superado con creces

    La historia, que no vamos a destripar, gira en torno al poder para revivir las historias de los muertos del protagonista y poder resolver así sus misiones. Es un problema que Pillars of Eternity se obsesiona tanto con su trasfondo, con su lore, que es nuevo y hay que contar, lo entendemos, pero tampoco hacía falta ser pesado.

    Es un fallo que le consentimos, y que seguro que otros no denominarían como tal cosa, porque la historia y sus personajes son encantadores, carismáticos y la manera en que se suceden villas por el mundo nos hace sentir que realmente estamos en un sitio muy concreto y muy real.

    Y claro, cuando eso funciona, los combates parecen mucho mejores. No hay que alejarse mucho de Dungeon & Dragons para entender la lógica tras este aspecto de Pillars of Eternity, pero su dinamismo para pasar por moderno unos combates que arrancan de juegos ya viejitos es asombroso.

    Pillars of Eternity

    Sí, hay bardos que cantan en medio del combate para mejorar estadísticas temporalmente. También hay muertes permanentes y descansar no es precisamente fácil como te alejes un poco de la civilización. Y no, por supuesto que no puedes llevar todos los objetos que quieras, hay un límite de peso.

    Hay fallitos en los combates, pero los bugs parecen ir puliéndose a medida que Obsidian lanza más parches; y el Infinity Engine lo aguanta todo muy bien, desde los rayos de magia hasta las tácticas más tramposas para mantener quietos a tus personajes y que te obedezcan como tú quieres.

    Puede que todo esto suene brutal, pero hay bastantes concesiones, empezando por un modo de dificultad más rebajado hasta las habilidades pasivas más o menos generosas con todo el mundo. Nunca meterás la pata nivel y te costará la vida avanzar como pasaba con los bardos de Baldur's Gate, vaya.

    Pillars of Eternity

    Un grande de los grandes

    Así que aunque se mantiene bastante cerca de los viejos RPGs, Pillars of Eternity sabe distanciarse en los aspectos clave, como poder encontrar siempre el luchador que más te convenga siempre que pagues su buen dinero en una taberna.

    Es un Baldur's Gate hecho para los tiempos que corren pero que no olvida su legado, incluso si le tiene que poner otro nombre. Y brilla con tal fuerza que bien puede él solito espantar lo negro que está el panorama de Kickstarter, entre juegos retrasados, proyectos fallidos y estafas encubiertas.

    Pillars of Eternity bien vale lo que pusieras en el Kickstarter como backer o su precio en Steam.

    9

    Pros y contras

    • Un homenaje y una actualización de la fórmula de Baldur's Gate
    • Su look anticuado es encantador
    • Profundo, largo, satisfactorio e inteligente, un juego de rol como la copa de un pino
    • Puede ser muy complicado para un novato en el género

    Pillars of Eternity

    Disponible desde 26 march 2015

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