Retention Análisis - Una vida en fotos

Retention es el juego (o experiencia interactiva) más corto que he jugado jamás. Me lo he pasado en un minuto y medio sin que el título me ofrezca nada más para volver a jugarlo. Claro que le puede durar más a cualquier otro en función de las vueltas que quiera darle al planteamiento que este título propone. Me explico.

Retention nos pone en la piel de un personaje que ha perdido la memoria y a nosotros nos toca recomponerla. Para hacerlo se nos propone una línea de tiempo que señala los años de su vida, cada uno es un hito, y una serie de tres fotografías para ubicar en cada año, y así, definir lo que le ha ocurrido en ese periodo de su vida, quién es él o ella y qué ha vivido antes del instante en el que juego comienza, y comprender su futuro.

Retention nos propone componer una vida empleando solo fotografías

Retention se presenta con una breve descripción escrita de su planteamiento, una melodía de fondo que le da trascendencia al conjunto y la sugerencia de que “rolees”, de que crees a tu personaje en función de las instantáneas que escoges para cada instante de la vida de tu personaje. Al final, en función de lo que selecciones, se te entrega un final.

El videojuego, por lo tanto, te puede durar mucho o poco, en función del tiempo que te tomes en escoger cada imagen, en función del tiempo que dediques a definir quién eres. Por desgracia, el título no cuenta con ninguna mecánica jugable, más que pinchar en la foto que escoges, para añadirle interés a esta selección o, simplemente un ritmo determinado, y aunque haya que jugarlo hasta tres veces para ver todas las fotos, el título no se esfuerza en invitar a la rejugabilidad.

Y hay muchas fotos de gatos

Click, click, click unas ochenta veces para alcanzar una pantalla estática final que te dice que has llegado al desenlace, bien o mal. Sí que es cierto que a medida que decides entre una u otra diapositiva sí que se construye una narrativa en la que uno dilucida si tu personaje es hombre o mujer, si le gustan los gatos, si ha jugado a Machinarium, si le va la juerga o si es una hipster.

Pero está todo en pañales, Retention se queda en un concepto de una idea mayor, peca en limitar demasiado su propuesta, en no guiar al jugador y en dejarle a él imaginárselo todo sin que sepa nunca si esta imaginación está bien orientada o no.

Retention propone algo muy bueno, pero se queda ahí, falta chicha

Podría haber incluido una voz en off que hablara al juntar una serie de imágenes, construyendo un relato personalizado en función de nuestra elección particular, algo parecido a lo que hizo The Stanley Parable al tomar uno u otro camino. Podría haber escondido una u otra imagen en función de nuestros actos o señalar caminos alternativos, una cierta moralidad, podría... Pero no lo hace.

Retention remata sugiriéndonos que nos tomemos una tarde para rebuscar entre nuestras antiguas fotos, analizar nuestra vida y reflexionar, y ahí se queda todo. Es por ello que Retention nos sabe más a una idea, a un concepto bueno e interesante, pero más verde que un guisante. Llegar a conocer a alguien, a definir quién es y generar una vida a través del videojuego es una fantástica idea, pero Retention es eso, solo una idea.