Roche Fusion Análisis - El espacio es procedimental

El punto de partida de Rogue Fusion es sensacional y se presenta con tanta naturalidad que resulta extraño que a nadie se le haya ocurrido antes. Encarnamos a una nave que seleccionamos entre un puñado y saltamos a la galaxia. Allí, nos asaltarán hordas de naves, unas tras otras. Al superar cada oleada, se nos entrega una habilidad con la que mejoramos nuestro vehículo y seguimos avanzando.

Tenemos tres vidas que se consumen, una a una, cada vez que una barra de energía, que se autorregenera se gasta. Nuestra única misión es conseguir puntos, ¿cuántos puedes lograr en estas condiciones? Al rematar la partida tu puntuación sube al marcador global de Roche Fusion; toca picarse con toda la comunidad para ser el primero.

Luces de colores, lo pasaré bien. Sí, Roche Fusion es todo un reto.

La gracia de Roche Fusion es el empleo de la aleatoriedad para decidir entre qué tres habilidades se te deja escoger tras cada asalto y quienes protagonizan dichos ataques. Tanto los grupos de enemigos como las mejoras de nueva aparecen de manera procedimental, logrando que cada partida sea significativamente distinta y aportándole ese toque de Rogue-Like a un título matamarcianos.

La fórmula de Roche Fusion funciona de manera sensacional, e incluso a veces nos parece adivinar ciertos toques de Tower Defense por aquello de tener que defender el puesto en el que nos encontramos, y resistir, y resistir todo lo que podamos nuestra posición; lo que nos devuelve a Space Invaders y aquel concepto que tenía de ser nosotros la única salvación de La Tierra.

La barra verde superior indica el progreso de cada nivel.

Visualmente, el título es muy bonito, con esta estética de discoteca tecno a la que le va al pelo la música que le acompaña. En Roche Fusion es muy importante la luz y el contraste con la oscuridad del espacio.

En niveles avanzados, como en todos los títulos de este género, la esquiva de proyectiles por el escenario se convierte en una locura y la iluminación de los elementos a evadir en su combinación con los fondos consigue que se comprendan las rutas a tomar para no morir; pero ojo, que Roche Fusion sigue sin ser fácil.

Conseguir multiplicadores nos dará más puntos. A por ellos.

La dinámica de la nave de Roche Fusion al desplazarse es extremedamente ágil; es precisa, pero hay que pillarle el tranquillo para avanzar. Ahí entran las distintas habilidades que hayamos obtenido, que nos salvarán de una muerte segura si somos ágiles en su uso. Y, por supuesto, las distintas partidas que tenemos que echar hasta forjarnos una resistencia que nos permita alcanzar puestos altos de la tabla clasificatoria.

Roche Fusion es un título divertido y sólido, que tiene como único punto flaco que no acabe de engancharos, aunque cada partida cambie en función de enemigos y power ups que obtenemos. Las situaciones acaban por repetirse pese a las distintas naves; al final, el horizonte a alcanzar es un saco lleno de puntos.