Screamride Análisis - No apto para estómagos sensibles

    Screamride no viene con la intención de revolucionar nada ni de ser una exclusiva memorable para Microsoft, pero es uno de esos títulos que nunca están de más para pasar el rato, que es de lo que trata esto en gran parte.

    Screamride no es un Theme Park o un Rollercoaster Tycoon, pero tiene partes de él, claro. Lo que nos trae Frontier podría perfectamente haber pasado por un juego de móviles o tablets, pero tampoco está mal que un juego así exista en Xbox 360 o Xbox One, más aún de cara a la tendencia actual de jugar para enseñar, de pasar un buen rato en comunidad.

    Esta nueva apuesta no es sólo un constructor de montañas rusas, sino que también nos permite montarlas para dominarlas. Ese es el primer modo que nos sugiere Screamride en su campaña por todo el mundo con la que aprender y aumentar las posibilidades del editor, que será donde más tiempo puedan echar quienes busquen compartir sus obras.

    Screamride

    Screamride es como un juego de móvil metido en una consola

    No es nada malo hablar de juegos de móvil hoy en día, lejos de lo discutibles que sean o no las políticas F2P, hay grandes juegos, y Screamride toma lo mejor de muchos de ellos como la rapidez para entrar en un nivel y repetirlo una y otra vez, las Screamride por puntuación o los retos extra para cada fase.

    De eso va el modo en el que montamos en las montañas rusas, de conseguir puntuaciones por superar diferentes etapas inclinando el vagón en las curvas o aplicando el turbo en el momento correcto, y, si queremos, de destruir algo por el camino si descarrilamos para ver toda la reacción en cadena que provocan los diferentes tipos de vagón de Screamride.

    Screamride

    Todo es bueno si recuerda a Burnout 3

    No todo es montar en esas atracciones, claro, ya que en esos derribos masivos está parte de la gracia, y de hecho, gran parte de la gracia que pueden llegar a encontrar los jugadores que retransmiten sus partidas o que crean su propia forma de jugar y sus propias historias, con juegos como Minecraft o Goat Simulator.

    La parte de las puntuaciones puede suponer un buen pique para el jugador individual o incluso con sus amigos vía Leaderboards de Screamride, pero recorrer una creación loca y 'hacer el chorra' en las curvas para ver qué rompemos con el impulso extra o la explosión del vagón.

    Screamride

    Montar, derribar, volver a construir

    El segundo de los modos de Screamride se basa más bien en una suerte de Angry Birds tridimensional basado en las fuerzas que mueven una bola propulsada por un molino, una bola que una vez lanzada debe ir a golpear algún edificio, algún barril rojo que cree una reacción en cadena de explosiones, o incluso alguna diana para quienes busquen ser los más finos y completar todos los objetivos de cada misión.

    El tercer modo nos devuelve a las montañas rusas, y tenemos que completar un tramo haciendo que la atracción siga siendo emocionante, pero evitando perder a los pasajeros. Quizá es el modo más prescindible de los tres, pero es uno que bien funciona como parte de un gran tutorial que nos enseña a crear las mejores montañas rusas.

    Screamride

    El modo Sandbox, la clave del juego

    Al final, toda la campaña individual de Screamride busca enseñar cómo manejar las herramientas del juego, y de paso, ampliar las posibilidades de creación con nuevas piezas desbloqueables. A la hora de crear una montaña rusa, hay que poner en práctica todo lo aprendido, aunque es un creador muy intuitivo y sencillo.

    Podemos crear bestias de hasta 5 kilómetros de recorrido con todo tipo de subidas, bajadas, tirabuzones, loopings y hasta saltos, para probarlas nosotros mismos o para desafiar a la comunidad a que supere tu reto en el mejor tiempo.

    Screamride no es una mala idea ni es un mal juego, desde luego. No es la mejor exclusiva que Microsoft se podría llevar a las manos en esta primera mitad del año escasa de novedades para Xbox One, pero es uno de esos juegos que nunca están de más y que divierten a propios y extraños, porque no todo lo que no aspire a revolucionar la industria tiene por qué ser algo malo.

    7

    Pros y contras

    • Diversión simple y rápida
    • Descarrilar y crear reacciones en cadena locas
    • Muchos objetivos para un jugador
    • Completamente en inglés
    • Precio reducido, pero aún así excesivo
    • Que no lo podamos probar con Oculus Rift

    ScreamRide

    Disponible desde 6 march 2015

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