The Assignment Análisis - Primer DLC de The Evil Within

The Assignment es capaz de reunir todo lo bueno y todo lo malo de The Evil Within en un DLC. Es divertido, sí, pero también un producto descuidado en demasiados aspectos, con un porrón de incoherencias que se combinan con algún que otro acierto que nos ayudan a llegar hasta el final.

En The Assignment controlamos a Kidman. La compañera de Castellanos tiene que recuperar a Leslie, así que va tras él. Al poco de comenzar la partida, y por motivos relativos a lo que ya sabemos del final de The Evil Within y a lo que se nos cuenta, nuestra misión se convierte, una vez más, en un viaje lleno de sustos y desquicies varios.

The Assignment nos hace controlar a Kidman y a ser sigilosos

La estructura de juego de The Assignment es similar a la de The Evil Within, pero con una significativa diferencia: Kidman carece de pistola, por lo que la jugabilidad se reduce al sigilo. Nos escondemos, esquivamos a los enemigos, les damos una patada o les llamamos para luego confundirles. La idea no es mala, pero aquí se presenta el primer problema del juego: hay tan pocas posibilidades para solucionar cada situación que tendremos que adivinar lo que se quiere que hagamos para que no nos maten.

A veces es tan ridículo como tener que ocultarnos en una de dos mesas ante la llegada de un enemigo. Siempre que aparece mira a la derecha, con lo que o te ocultas en la de la izquierda o acaba contigo. Si te mata la primera vez, no te preocupes, renacerás al lado y podrás ya ponerte en la otra, y a seguir avanzando por The Assignment

The Assignment quita la parte de acción pero sin hacer más profunda la de sigilo

Esta tónica es habitual en todo el juego, sobre todo en el primer tramo del mismo. Más que esconderte tienes que adivinar donde ponerte para poder seguir avanzando, y sin miedo a fallar porque el castigo no lo es realmente. Esto le quita mucho valor al terror que quiere infundir el juego o al sentimiento de indefensión que se le supone a Kidman por ir desarmada.

En The Assignment, el personaje de Kidman no está tampoco lo bien construido que tendría que estar. En las cinemáticas parece una chica dura, cuando se esconde tiembla de miedo pero no tiene el mínimo problema en levantarse y echar a correr; y lo que es peor: The Assignment es de sigilo y a Kidman no se le ocurre otra cosa que calzar unos ruidosos tacones.

The Assignment llega salpicado con puzzles para darle al DLC un poco de variedad

Las interacciones con los elementos del juego tampoco están bien solucionadas, en muchas ocasiones nos costará saber qué tendremos qué tocar y cómo; de nuevo, hay que hacerlo cómo quiere el juego y este no se molesta en camuflar los rigores de su exagerada coreografía. Esto también pasaba en The Evil Within, claro, pero Castellanos podía usar armas y contar con esa opción conseguía que no te dieras cuenta de esto.

The Assignment transcurre en dos partes fundamentales: la primera en la que nos movemos por una especie de instalaciones y la segunda, en la que el videojuego se centra en explicar al personaje principal, su pasado y un poco a Ruvik y a Leslie ya que se ponen. En general, y pese a todo, el DLC discurre de manera entretenida y remata con un cliffhanger hacia el segundo, dándote un poco más de tres horas y media de juego.

The Assignment dura tres horitas y media, y tampoco necesita más

Sin embargo y pese a que sí que The Assignment se hace entretenido y a que lo que se nos cuenta en la trama y sobre Kidman nos ha gustado, es muy difícil perdonarle tan poca inspiración en el terreno jugable. El juego es demasiado fácil a causa del inexistente castigo por morir, y haber retirado las partes de acción no se ha traducido en una mayor profundidad en los tramos de sigilo, o profundidad a secas. El primer DLC de The Evil Within no está mal, pero no es lo que esperamos de Shinji Mikami ni de lejos.