Trials Fusion Análisis

Trials Fusion tiene tanto de Trials como todos los juegos de la saga que vinieron antes, y eso siempre es bueno. Que Trials sea una saga continuista y que aún así siga manteniendo a todos sus fans con ganas de más indica que no hay nada que falle en su fórmula, y esta nueva entrega es tan adictiva como todas las demás, y es que por muy desesperante que pueda llegar a ser, algo tiene para que siempre quieras seguir intentando ese circuito que se resiste.

Trials Fusion es puro espectáculo

Aunque el jugador que más atraído se puede sentir por el reto de Trials siempre va a obviar todo el atrezzo que rodea a la pista por la que corremos, RedLynx, creadores de la saga, cada vez ponen más y más énfasis en hacer de cada decorado un espectáculo diferente, lleno de explosiones, de elementos que se caen a nuestro paso, de pistas que se van generando a medida que avanzamos y de todo tipo de filigranas técnicas, aunque más que impresionar visualmente, lo que buscan es contar en cada pista una historia.

Una historia que siempre suele acabar con una caída o una explosión que se lleva por delante al piloto, claro.

Trials Fusion no es tan sólo humor. En cuanto a juegos que dan ganas de romper el mando, Dark Souls puede haber creado un mito, pero Trials siempre se ha caracterizado por empezar siendo muy concesivo con el jugador, muy efectista para que parezca que jugamos como dioses del pad, y en cuanto queremos darnos cuenta llegamos a las pistas difíciles y llevamos un centenar de reintentos acumulados, pero seguimos hasta levantarnos de un salto y gritar al cruzar la línea de meta.

Y eso no ha cambiado en Trials Fusion.

Físicas cada vez más precisas

Empezar en Trials Fusion es tan fácil como empezar a acelerar y comprender que el joystick marca la inclinación del piloto para llegar más lejos o más alto en los saltos. Y donde en anteriores Trials teníamos que aprender por nuestra cuenta, aquí hay sencillas fases de tutorial para ir dominando las diferentes maniobras y formas de librar una caída al vacío o saltar un escalón.

Pero no hay nada que prepare al jugador para los circuitos extremos, nada aparte de jugar, jugar y jugar y repetir, repetir y repetir fases, bien con perseverancia o bien viendo los fantasmas de los mejores jugadores y sus movimientos milimétricos al detalle.

No hay forma de que Trials Fusion no deje satisfecho a los fans de la saga, ya que en esencia, es lo mismo de siempre en nuevos circuitos, claro que esta vez se ha añadido un nuevo tipo de pruebas que tiene que ver con saltos imposibles y acrobacias con las que puntuar.

Por suerte este modo más bien poco preciso no se junta con las carreras tradicionales. La velocidad y la precisión por un lado, y el puntaje y la locura por el otro, y eso si, ambas son compatibles con el multijugador.

Trials para cuatro

Tanto online como en local, Trials Fusion recupera ese modo multijugador inaugurado en Trials Evolution en el que varios pilotos compiten en la misma pantalla, aunque sus caminos nunca se cruzan. Aunque ofrezcan la opción y no esté nada mal implementada, se podría decir que el auténtico multijugador de Trials está en los tiempos, en esos corredores fantasma de amigos a los que superar una y otra vez.

Y claro, se mantiene esa otra forma de multijugador en comunidad que es el creador de circuitos, la auténtica salsa de Trials Fusion que extiende su vida hasta el infinito, aunque infinita tiene que ser la paciencia de quien quiera aprender a utilizar todas las herramientas del creador.

Donde no es continuista es en cuestión de adaptarse a nuevas tendencias, y esa es la parte que lastra a Trials Fusion, la que hace que no sea mejor que Trials Evolution a pesar de ser posterior. Tantos efectos en pantalla conllevan unos tiempos de carga que no estaban antes, y las esperas con los juegos que buscan ser tan rápidos no se llevan bien.

Además, el enfoque al Pase de Temporada y la conectividad con Trials Frontier han hecho que no tenga tanto contenido como se esperaba, aunque todo lo que ofrece Trials Fusion es, en esencia, un agradecidísimo más de lo mismo.