Análisis de Until Dawn - Asesinos y sujetadores

Until Dawn es un Heavy Rain sin pretensiones, un The Walking Dead de Telltale Games que no quiere hacerte sentir mal, un título muy divertido que sabe ser survival horror a veces, juego de tensas decisiones otras y siempre, salvo la primera media hora, con un ritmo que sabe enganchar.

El Until Dawn de Supermassive Games ha pasado su propia travesía por el desierto. Fue anunciado en un primer momento para PSMove y PS3 para acabar saliendo, al final y por fin, para PS4. Precisamente por esto muchos nos imaginábamos que Until Dawn acabaría siendo un videojuego desfasado, pobre en lo jugable y soso en general. Pues nos equivocábamos. Salvo algunos errores puntuales, Until Dawn sabe ser una muy buena aventura en la línea de las mencionadas, en las que elegir entre un número concreto de acciones define el progreso de la trama.

En Until Dawn toca decidir basándonos en lo que dictamina el Efecto Mariposa

Hace un año dos hermanas se perdieron en el bosque mientras disfrutaban de un refugio familiar junto con sus amigos. Justo en el aniversario de la tragedia, esos mismos amigos, animados por el hermano de ambas, regresan a dicho alojamiento. Que la idea es mala lo sabemos todos, pero ellos tardan en descubrirlo un par de horas, cuando las desgracias empiezan a suceder.

Lo primero que se nos presentan son las motivaciones de cada uno de los ocho chavales que controlaremos durante la aventura. Uno ama a la otra, la otra está colgada de su ex, este ex sale con una rubia que está tremenda y esta rubia se caga en dicha ex, que a su vez tiene un novio que detesta al tío que se acuesta con la rubia. Luego otro, que es el pardillo simpático del grupo, está colado por una tercera que también quiere poner en horizontal el hermano de las dos hermanas muertas, y así.

Alternaremos el control entre los distintos personajes de Until Dawn

Lo cierto es que los primeros instantes con Until Dawn son terribles, tanto de ritmo, como de planificación de escenas y narración de las secuencias. Los personajes aparecen como clichés con patas, tanto, que hasta el tío aventurero del grupo es clavado a Nathan Drake.

Por fortuna, tras la primera hora, el videojuego se comprende a sí mismo, se libra de tener que dar más explicaciones y arranca con los que nos importa: decisiones y casquería. Los personajes se apartan a tremendas zancadas de los estereotipos iniciales, ganan en profundidad, y la experiencia se deja disfrutar.

La clave de todo está en las decisiones. El videojuego las viste con el conocido Efecto Mariposa, ese que nos cuenta que una pequeña decisión lo cambia todo. En lo jugable, esto se resuelve solucionando unos QTE concretos y escogiendo en el momento clave y en un periodo de tiempo limitado una eleccción determinada, pero Until Dawn es capaz de conseguir que comprendas que con cada decisión que tomas puedes estar matando a alguien.

Until Dawn te hace entender la tensión que hay tras cada decisión

El tono de película de terror te mete esa sensación en la sesera, también las continuas referencias a las consecuencias de elegir a causa de la mariposa esa y, por supuesto, los tótems. Until Dawn introduce un muy interesante y agradecido componente de exploración. Esto no va de ir en línea recta, sino de explorar los escenarios. Si lo hacemos encontraremos dos cosas: pistas acerca de lo que ha sucedido y unos tótems que nos ofrecen visiones de lo que puede llegar a suceder. Sí, podemos morir, todos puede morir, pero también podemos evitarlo.

Las decisiones de Until Dawn son tan tramposas, parciales y siempre a favor del correcto avance del guión como las son las de The Walking Dead o Heavy Rain, pero gracias a la suma de terror, exploración e insistencia en el efecto mariposa la producción sabe ser resultona y efectista, tanto que se te olvida que decides en función de lo que el juego quiere que decidas.

Until Dawn sabe de sus carencias y las camufla con buenas ideas

Nada de esto tendría sentido sin un apartado técnico que pronto nos hace olvidar que este juego un día quiso ser de PS3. Salvo algunas caídas de frames importantes y alguna animación facial rara, tanto la ambientación como la recreación de los personajes está muy conseguida. La cámara es a veces malilla, con planos que no acompañan a la acción, pero por lo general cumple muy bien.

Lo mismo puede decirse del apartado sonoro, que sabe cómo meterte el miedo en el cuerpo. Hemos de reconocer que nosotros nos hemos llevado más de uno, más de dos y de tres sustos de los gordos, y somos muchachos ya creciditos. Esto demuestra que el acabado general y la dirección del título saben cómo meterte de lleno en el terror que propone el juego, que los personajes que controlan saben cómo ganarte y que esas decisiones que has tomado te han importado.

Definitivamente, Until Dawn no es un título de PS3

Pero Until Dawn no se queda aquí a la hora de plantear sus decisiones. Un psiquiatra se nos presenta al inicio del juego y a lo largo de él. Este tipo estructura los distintos capítulos del juego, preguntándonos de manera constante qué tipo de jugador somos, y lo que le digamos se refleja ligeramente en el título, lo que sumado a la repercusión de nuestras decisiones en el propio juego refuerza aún más la propuesta de Until Dawn.

Pero Until Dawn no es perfecto. Os costará haceros con el control del personaje y las mecánicas de puzzle son escasas, insuficientes y se hacen muy repetitivas. Acabaréis hartos de darle la vuelta a todo trasto que encontréis para ver si esconde una pista. El ritmo inicial, como dijimos, es muy lento y hasta que la trama no se pone interesante daremos muchos paseos caminando muy despacio. A nivel narrativo el juego es flojito, habiendo momentos en el que no tengáis muy claro por qué vuestros personajes están haciendo lo que hacen.

Pero lo positivo supera a lo negativo. Until Dawn no inventa la rueda, no es pretencioso, no quiere ganarse un hueco en tu corazón como los títulos de Quantic Dream, Telltale Games o Capcom, y ese es su mayor logro, ¿por qué decidir no puede ser simplemente divertido?. Until Dawn son unas diez horitas de slasher entretenido y aterrador, con una buena mezcla entre survival, exploración, decisiones y romances adolescentes. Si os gustan este tipo de aventuras, no lo dudéis.