Cinco personajes que están muy bien callados

El silencio otorga. La narrativa cambia tremendamente si el protagonista puede hablar o no. El videojuego realmente nos da a entender que él sí que lo hace, que responde. En pocos títulos este silencio es auténtico; eso sí, cuando lo es, el videojuego cobra mucha más fuerza, por auténtico. Pero no nos adelantemos, vamos con nuestros héroes timidillos.

5. Yu Narukami

Posiblemente lo conozcáis por otro nombre puesto que podéis cambiárselo al inicio de vuestra partida en el fenomenal Persona 4. Mirad lo que consigue se un chico calladito, que sin decir ni una palabra es capaz de llevarse de calle a todas las chicas del juego, comprender y conversar con sus amigos y resolver el caso de asesinato que propone el juego.

Pero el título de Atlus te hace creer que si que lo hace, aunque más que hablar lo que hace es mover su mano derecha y dejar al jugador tomar decisiones; claro que él no las honra transformándolas nunca en golpes de aliento.

En el videojuego de South Park La Vara de la Verdad son unos cachondos, porque llega un niño nuevo a la ciudad con el superpoder de hacer amigos y este no dice nada, como una referencia a un juego de rol clásico pero llevada a la actualidad; claro que como en tantas otras cosas, Cartman aprovecha para meterse con él.

Que si eres mudo, que qué te pasa que no dices nada... El mutismo de aquel a quien controlamos está introducido en la historia a modo de burlas y chascarrillos, una divertida manera de reírse de lo que ya parece ser un standard de nuestro medio.

La protagonista de la serie Portal tampoco dice nada, aunque en su caso, no es que sea muda. Recientemente se ha comentado que el hecho de que Chell no hablara se debe a su inconformismo o molestia a tener que realizar todos los expermientos que GladOS le propone. Su mutismo, además, permite al sistema operativo parlotear sin descanso.

Chell no habla, pero le replica a la IA con sus acciones, resolviendo puzzles, fallando o reaccionando a sus provocaciones. Aquí también podríamos incluir al inocente cubo de compañía y la dramática escena en la que nos toca carbonizarlo. Ay, cubo de compañía, no te olvidamos.

Link y The Legend of Zelda nacieron de la mente de Miyamoto como una manera de mezclar aventuras con componentes roleros. Por aquel entonces no hacía falta que el héroe del tiempo hablara, bastaba con que repartiera espadazos, levantara gallinas y rompiera jarrones. El tiempo pasó y aunque sí que quizás no estaría de más que hablara, nuestro zurdo favorito no lo hace.

Por razones que atienden al legado de la saga, Link sigue mudo, incapaz de explicarnos el embrollo de la cronología de sus aventuras que, por muchas antologías de la IP que saquen, sigue siendo un lío. ¿Algún día podrá hablar y decirle a Ganon que se vaya a paseo de una vez? Vamos, hasta Mario hace ruiditos de vez en cuando.

Es curioso que el personaje que protagoniza el juego que ha definido la narración contemporánea que ha de tener un shooter en primera persona no hable. La respuesta a la pregunta de "¿por qué?" es obvia. La gracia de esta narrativa es que Gordon puede no atender a lo que le dicen, el juego no te para ni te obliga a escuchar, ¿qué sentido tiene que él conteste si el jugador está mirando una pared?

Esta es la limitación que arrastra esta manera de contarnos algo un videojuego. Si la acción no se para, no se enchufa a través de una dirección perfecta o lelga mediante un vídeo, puede que lo que digamos no tenga el más mínimo sentido. Quizás en un tercer Half Life esto se solucione.

Estos son cinco mudos famososo que, por una razón u otra, explican los motivos por los que a veces el silencio es bien recibido en un videojuego. Personalmente me gustaría que personajes como El Espectro de Destiny o Brody de Far Cry 3 hablaran menos; pero es lo que hay.