Final Fantasy XV Episode Duscae: 5 cosas que nos han fascinado

    Final Fantasy XV Episode Duscae se suma al carro de esas demos que saben ser mucho más que una simple demostración jugable y técnica de algo.

    Final Fantasy XV Episode Duscae nos pone en la situación de cuatro colegas a los que el coche les deja tirados. Tienen que pagar la reparación de su bólido pero no tienen ni un duro, así que se ponen a cazar bichos por Duscae para luego poder vender las piezas; aunque hay una que rápidamente llama su atención: un majestuoso bégimo al que le falta un cuerno y un ojo. Si se hacen con él podrán cobrar una jugosa recompensa que necesitan.

    Durante esta demo hemos visto muchas cosas que nos han gustado. Reunimos las cinco que más han llamado nuestra atención y que presagian la vuelta de la saga de JRPG por excelencia por la puerta grande.

    5. Un Final Fantasy de mundo abierto

    Por fin. Tras la lamentable estructura pasillera de Final Fantasy XIII; no lamentable por ser un pasillo, sino por ser un pasillo nefato, nos alegramos mucho de que este Final Fantasy XV amplíe sus fronteras y permita hacer algo más que avanzar hacia adelante. Caminando por Duscae hemos visto misiones secundarias que surgen entre las conversaciones de los amigos: “Hey, Noc, mira eso”, batallas que aparecen de manera esporádica y caminos que explorar.

    Es un muy buen punto de partida este del mundo abierto porque tiene pinta de que estará bien tratado, incluyendo ese elemento de falso azar en el que parece que el mundo está vivo, que ocurren cosas y con unas criaturas disfrutando de su entorno. Eso sí, la exploración no es tan profunda como en un Fallout 3, las cosas como son.

    Muy al estilo de Dragon Age Inquisition, los cuatro componentes de la party de Final Fantasy XV charlan entre ellos, se cuentan cosas, se ríen de ti si metes los pies en el agua, cocinan para recuperar energías, se sientan juntos y hablan sin parar. Como decíamos en el anterior punto, te señalan hitos del terreno que observar y que activan nuevas misiones, te ayudan si caes en el combate y están siempre ahí para ti.

    Olvídate de ser seguido por una pandilla de personajes sin alma que reproducen cada paso que das en el terreno, aquí interactúan contigo. Este nuevo acercamiento a los personajes es el adecuado en un entorno gráfico tan rico y detallado; vamos, que si los gráficos son de nueva generación, los personajes también han de serlo, y lo son. Aunque lo de siempre: esperamos ver una mejor IA en la versión final del juego.

    En Final Fantasy XV Episode Duscae no ganamos niveles en el momento en el que obtenemos los puntos de experiencia necesarios para ello; los acumulamos, y en el momento que nos sentamos a descansar en nuestros campamentos, es cuando nuestros personajes suben de nivel.

    Este instante está muy bien pensado. Ignis, nuestro cocinero, prepara un plato según las partes de animal y objetos que hayamos recogido. Comemos e iniciamos el siguiente día de juego descansados y con aumentadores de nuestras capacidades en función de dicho plato, y con niveles nuevos tras un reparador sueño. Nos ha gustado mucho porque consiguen reflejar lo que “el descanso del guerrero” significa.

    Las zonas de acampar se realizan en unas zonas del mapeado concretas, de nuevo, muy a lo Dragon Age Inquisition, y es que encontramos muchos referentes de la manera de hacer rol de Bioware en este Final Fantasy XV Episode Duscae, afortunadamente.

    La cámara en Final Fantasy XV Episodio Duscae viaja un punto por encima de la cintura de Noctis mientras exploramos, lo que permite ver todo con un tamaño acentuado. Lo que es grande parece muy grande, y lo que es pequeño resulta insignificante. Conseguir este contraste entre dimensiones nos permite cagarnos en los pantalones cuando un gigantesco Bégimo corre a por nosotros.

    Esto le da mucha credibilidad a cada criatura, grande y chiquitina, y por lo tanto también a los escenarios y al propio viaje que realizamos. Duscae parece vivo, lo que sumado a lo de tener que acampar y al colegueo que nos traemos con nuestros compañeros, hacen de este Final Fantasy XV Episode Duscae una experiencia creíble.

    De todos modos, queremos ver nuevas localizaciones, nuevos parajes y áreas para ver si la fauna ha sido tratada bien también en relación con su entorno natural o si solo están ahí para ser masacradas. Tiempo al tiempo.

    Sí, todo de lo que hemos hablado esta muy bien, ¿pero y los combates, molan? Pues sí. Las batallas de Final Fantasy XV: Episode Duscae son una mezcla entre las de Kingdom Hearts y lo que vimos en Final Fantasy Type 0 HD. Noctis invoca distintas armas que equipamos en el menú. A efectos prácticos es como equipar ataques distintos, nombrados como distintas espadas, que luego ejecutan distintos golpes que combinan entre sí en función de nuestra selección.

    Los PM sirven para los ataques especiales y también para adoptar una actitud defensiva, que nos permite tanto evitar ataques como hacer contragolpes. Por supuesto, todo fluye en tiempo real, siempre entre el beat´em up más loco y el ritmo más tranquilo que aporta la parte de JRPG. Y sí, funciona muy bien, es ágil, divertido y apunta maneras.

    En la demo no se pueden aprender habilidades, con lo que nos queda por saber cómo evoluciona en este sentido el personaje. También hay que señalar que el fijado de enemigos falla, pero estos son los motivos por los que esto se llama demo y no juego completo. Pese a esto último, el combate es fantástico.

    ¿Y vosotros, habéis podido tener acceso a la demo? Contadnos qué os ha parecido. Hemos llegado a leer en comentarios en nuestro twitter que a muchos jugadores este episodio Duscae les ha parecido lineal. En fin, para gustos colores, dicen.

    Final Fantasy XV

    Disponible desde 29 november 2016

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