Los jefes más difíciles de Dark Souls 3

    ¿Quiéres saber cuáles son los jefes más difíciles de Dark Souls 3? Como siempre con From Software, sus enemigos pueden ser francamente complicados.

    Hacer una lista de los jefes más difíciles de Dark Souls 3 no es tarea fácil porque, bueno, todos son bastante complicados dentro de los estándares generales de los videojuegos. Sin embargo, From Software siempre se esfuerza bastante porque los combates sean épicos en todos los juegos de la saga Souls.

    ¿Los jefes más difíciles de Dark Souls 3? Todos, peeero...

    Hemos elegido los jefes más difíciles de Dark Souls 3 por cuestiones bastante diferente, no porque tengan mucha vida, porque peguen más fuerte que otros o porque sean más feos que ninguno, sino por la suma de todos estos factores y de los intentos que nos ha costado vencerlos.

    Puede que nuestra lista a vosotros no os parezca tan complicada, pero así son las cosas: cada uno tenemos una habilidad o se nos dan mejor unas cosas que otras. Los jefes más difíciles de Dark Souls 3 para un pobre redactor de XGN pueden ser los más tontos o sencillos para algún jugador más experto en la saga.

    Siempre estamos abiertos a modificar nuestros puntos de vista o a aumentar nuestras listas de la web, así que si vosotros pensáis que los jefes más difíciles de Dark Souls 3 no son los que nosotros hemos mencionado, dejadnos un comentario bien justificado y no nos cortaremos un pelo en añadirlo o en hacer un post nuevo.

    En fin, vamos al ajo, aunque antes, os avisamos: SPOILERS GORDOS A CONTINUACIÓN. Si no queréis saber nada sobre los jefes de Dark Souls 3, mejor leed nuestro análisis.

    Vigilantes del Abismo

    Los Vigilantes del Abismo son impresionantes y lo incluimos abriendo nuestra lista de los jefes más difíciles de Dark Souls 3. La razón es sencilla: es un enfrentamiento cara a cara con una versión más veloz, violenta y con mucho más alcance de nosotros mismos, además de que nos encanta la ambientación del combate.

    Pese a que hablamos de los Vigilantes del Abismo, el enfrentamiento incluye a un gran rival principal y a otros secundarios que pueden luchar de nuestra parte, pero también atacar a nuestro enemigo, pues por lo que intuimos de la historia del juego, los vigilantes han perdido la cabeza.

    Sin embargo, al avanzar el combate y vencer al vigilante principal una vez, este absorbe toda la energía de sus compañeros y ataca con más ferocidad aún si cabe.

    Si este combate es complicado es porque hay muchos rivales a los que estar atentos al principio y, luego, porque el enemigo es muy agresivo y dañino. Por fortuna, la estrategia a seguir contra él, una vez dominada, lo amansa bastante: si nos armamos de valor, un escudo redondo y hacemos paradas con él, matarlo es mucho más sencillo.

    Practica con el parry, querido lector, que es un aliado fundamental, sobre todo contra algunos de los jefes más difíciles de Dark Souls 3.

    Pontífice Sulyvahn

    Otro de los jefes más difíciles de Dark Souls 3, aunque este poco o nada tiene que ver con el inmediatamente anterior en la lista. Ojalá el Pontífice Sulyvahn tuviera algo que ver con el Sully(van) de Uncharted 4, porque este es un ser asqueroso, malvado y perturbado que no dudará en lanzarte un clon de sí mismo para tener las de ganar en combate.

    Es un contrincante feroz que apenas deja huecos para herirle sin que él te golpee a ti inmediatamente después y, lo dicho, cuando se siente vulnerable, invoca una sombra de sí mismo, como si hubiera usado una saponita contra nosotros.

    Si de por sí no fuera suficientemente complicado todo esto, es bastante complicado diferenciar qué tipo de ataques van a hacerte por la velocidad de los mismos y porque sus ejecuciones están muy bien camufladas por la animación. Es uno de los jefes más sutiles y 'humildes' a la hora de luchar, lo que no es ni mucho menos bueno.

    La mejor forma de acabar con él es con paciencia, con un equipo ligero que te permita rodar rápido y atacar rápidamente. Este es el momento de sacar a relucir esa ropera o esa lanza con ataques de largo alcance. Si este es uno de los jefes más difíciles de Dark Souls 3 es porque exige paciencia y ser milimétrico al atacar.

    Alma de la Ceniza

    Ah, el último enemigo del juego también es uno de los jefes más difíciles de Dark Souls 3, como lo han sido todos los bosses de la saga. El Alma de la Ceniza es algo impresionante por todo lo que simboliza dentro de la saga Souls, pero como enemigo es algo inconmesurable en algunos momentos, algo que te sobrepasa incluso si eres un experto jugador.

    Incluso si no lo consideramos el más duro de todos, es complejo de entender y de seguir a medida que te ataca y que se prepara para hacer grandes cantidades de daño. El evocador escenario lleno de flores y sentimientos encontrados por la saga acompañan muy bien a los cinco estilos de combate de este adversario.

    Una vez más, ir ligero y rodar con velocidad es la mejor forma de pillar por el flanco al enemigo después de que nos ataque, aunque en la segunda forma es mejor dejar que él se acerque a nosotros antes de atacar desde el aire, cuando es más sencillo esquivarlo y atacar.

    La paciencia y la precisión al atacar son tus mejores aliados, aunque hay varios ataques que, si te atreves, puedes frenar con una parada. Usa un escudo rendondo para que el parry haga que uno de los jefes más difíciles de Dark Souls 3 sea más manso.

    El Rey Sin Nombre

    Si propio nombre debería dejar claro que este es uno de los adversarios más poderosos del juego porque tiene una potencia sin igual. El Rey Sin Nombre, como muchos de los jefes más difíciles de Dark Souls 3, lucha acompañado de un aliado, en este caso, el Rey de las Tormentas, que los fans de Demon's Souls van a identificar rápido.

    Poco importa qué clase de personaje te hayas creado porque los tanques no van a tener suficiente estamina para aguantar sus envites, los magos no van a poder apuntar bien sus conjuros y el girar constantemente alrededor del Rey hará que pierdas de vista a su compañero, que seguro te acierta a dañar en múltiples ocasiones.

    Por tercera vez, bloquear sus ataques mediante paradas puede ser una técnica efectiva, aunque es muy complicado y exige una práctica y una sangre fría que solo se adquiere tras haber sido derrotado muchas veces por él. Es normal que esta sea una de las peleas opcionales y más ocultas del juego: es de los jefes más difíciles de Dark Souls 3.

    Los príncipes de Lothric

    Y sin embargo, la batalla más dura a nuestro parecer no es la del rey que no quiere decirnos cómo se llama, sino la batalla contra dos príncipes cuyos nombres conocemos muy bien: Lorian y Lothric. Los príncipes del reino son a nuestro parecer los jefes más difíciles de Dark Souls 3 pues son la versión contemporánea de Ornstein y Smough.

    No importa lo que hagas contra ellos ni lo bien que pelees tras múltiples intentos: un fallo, no matarlos a ambos en un breve periodo de tiempo, y los hermanos se revivirán entre sí, haciendo que tu combate prácticamente arranque desde el principio sin que puedas hacer nada para remediarlo.

    Por si esto fuera poco, ambos pelean como bestiar pardas y Lorian tiene un ataque a distancia y que hace un barrido que te puede matar de un solo golpe dada su descompensada potencia. Y ambos pueden atacar teletransportándose y saltando y sumando fuerzas... En fin, un auténtico despiporre.

    Quizá este combate no solo sea uno de los jefes más difíciles de Dark Souls 3, sino también uno de los más frustrantes, lo que quizá haga algo pesado reintentarlo una y otra vez. Aunque nosotros los pudimos matar en solitario, os instamos a intentarlo con compañía, porque vaya par de cabrones.

    Dark Souls III

    Disponible desde 12 april 2016

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