Avance de Mad Max - Con algo de furia, pero sin Furiosa

Es posible que 2015 se corone como el año de Mad Max con bastante facilidad. Por desgracia para Avalanche Studios, aquí estamos hablando de la película, que ha resultado ser una cinta impresionante, con una acción que parece imposible y con unos personajes interesantes y atrevidos dentro del género. ¿Qué ofrece el videojuego en comparación?

Bueno, si lo miramos por el lado bueno, ofrece un producto mucho más parecido a las películas de la trilogía original, la protagonizada por Mel Gibson, donde la escasez de balas, la miseria y los coches de hojalata se dan la mano de forma desesperada para crear un mundo miserable lleno de malas personas y donde la menos mala, Max, parece despuntar.

Nuestro primer avance de Mad Max ha sido con la demo del E3 2015

Nuestras impresiones sobre el juego quizá sean algo breves. Aunque pudimos jugar a la demo de dos misiones que estaba presente en el E3 2015, apenas pudimos completar la primera debido a la escasez de consolas y que no queríamos fastidiar a los demás compañeros que teníamos detrás.

Dicho esto, la misión que pudimos jugar giraba en torno a Max, obvio; su mecánico, Chum Bucket; y su coche, Opus Magna, el cual teníamos que mejorar buscando ciertas partes de respuesto por el Yermo y realizando una misión sin la cual esa nueva mejora estaba bloqueada por defecto.

Para conseguir todo esto, tuvimos que conducir por el desierto, algo que da mucho gustico porque la conducción es una locura, sobre todo cuando embistes a otros coches, lanzas un gancho para volcarlos o intentas matar a los conductores de un escopetazo. Chum Bucket, que va en la parte trasera del coche, es bastante útil en todo esto.

Muertos los pobrecitos enemigos, usamos el gancho esta vez para abrir un tanque metálico que albergaba dentro una de las tres piezas que teníamos que recolectar para mejorar el coche y repusimos fuerzas rebuscando entre la basura y encontrando algo de comida y de agua de lluvia que había sido acumulada a través de un ingenioso aparatito.

Tu coche lo es todo

Nada de esto suena muy excepcional, y en realidad no lo es, porque es una misión típica de un juego típico de mundo abierto con un protagonista que, sí, se llamará Max como el genuino héroe de George Miller, pero tiene el carisma de un zapato roído. Está claro que Mad Max tiene mucho que demostrar en este sentido.

Al menos, el mundo que le rodea parece suficientemente interesante como para estar dando vueltas con tu coche durante horas, tirando atalayas del dictador de la zona, que se llama Scrotus. No es broma: se llama Scrotus, y eso nos parece fantástico. La historia de Max y su conflicto con este señor de la guerra es el hilo conductor de todo el juego.

Ahora bien, ya sabemos que lo más importante de Mad Max es otra cosa: el coche y tu relación con él. Chum Bucket es un mecánico impresionante que, sin embargo, ha caído en desgracia porque no considera dignos de conducir sus coches a los sirvientes de Scrotus. Max, por supuesto, es diferente y se alía con él para crear el coche definitivo.

Este coche definitivo, el Opus Magna que decíamos antes, contará con hasta 16 partes personalizables a intercambiables casi al vuelo y con muchas opciones dentro de cada parte. Esto es, dependiendo de si tienes que hacer una misión de velocidad o de aguante, reconfigurarás tu coche para ser ligero y rápido o pesado y duro.

Objetivos por todas partes

Ya con el volante en nuestras manos, lo suyo es ir haciendo objetivos secundarios, como todo juego de mundo abierto que se precie, e ir avanzando en la historia en la medida de lo posible. El Yermo de Mad Max está dividido en tres zonas y parece que no será posible explorarlo todo desde el principio.

Suponemos que ahí es donde entrará la historia para permitirte conducir con más libertad, aunque ya hemos visto que hay misiones que bloquean ciertas mejoras de las partes del Opus Magna, así que por ahí también cohartan nuestras capacidad de evolucionar y de jugar como queramos.

En todo caso, el sobrevivir en el juego quizá sea lo que más coharte nuestras capacidad de juego, pues aunque en Gastown abunda al gasolina, la munición es un lujo y el agua y la comida unos bienes necesarios por los que, posiblemente, acabes matando en todas tus partidas.

Esto último es muy interesante sobre el papel, pero no sabemos cómo se aplicará de forma concreta en el juego y si realmente se podrá morir deshidratado o hambriento porque no has gestionado bien tus suministros.

Algunas dudas pese a la buena pinta

Así pues, Mad Max es un juego con unas buenas intenciones de cara a su estructura de mundo abierto, con una buena cantidad de cosas que hacer y un par de objetivos máximos muy claros: sobrevive en el Yermo y mejora tu coche. Ahora bien, todo esto se puede poner en duda solo con un rato jugándolo.

El mundo abierto está limitado y habrá que irlo desbloqueando, que no es algo malo en principio, pero que seguro a más de uno no gusta. Todas esas cosas por hacer pueden ser un problema si nos las venden como los objetivos repetitivos o que simplemente acumulan experiencia, y varios de ellos tienen pinta de ser precisamente eso mismo.

Y en cuanto a la historia y el coche y demás, es imposible no pensar en las comparaciones con la película, en el espectáculo visual que este fue y que, en comparación, este juego parece algo demasiado sobrio y mundando.

Obviamente, nos queda mucho tiempo para verificar si estas primeras impresiones se mantienen o cambian rotundamente cuando el juego se lance este 4 de septiembre, así que de momento simplemente dudamos y nos mantenemos escépticos, que es la postura más sana a la hora de hacer un avance de un videojuego.