Avance de The Legend of Zelda Tri Force Heroes

Tras una semana jugándolo, podemos decir sin miedo a equivocarnos que The Legend of Zelda Tri Force Heroes es un juego único en su especie. No solo se toma a coña toda la saga de la que forma parte a pesar de ser un spin-off, sino que también empuja a que nosotros hagamos lo propio mientras jugamos, solo o con amigos.

Eso sí, para nosotros es obligatorio jugaro con amigos, que es un juego que solo se disfruta al 100% con con dos personas más, ya sea al lado en un café o un parque, o a tomar por saco de lejos, que para eso tiene un cooperativo local y online bastante bien resuelto.

The Legend of Zelda Tri Force Heroes es muy humorístico

Lo primero que podemos contaros sobre The Legend of Zelda Tri Force Heroes es más bien una recomendación: si estábais esperando algo remotamente parecido a un juego estándar, quitaos eso de la cabeza, porque incluso es muy diferente de los otros dos juegos cooperativos de la saga Zelda.

The Legend of Zelda Tri Force Heroes tiene más parecidos con juegos como Diablo o el mismísimo Destiny que con las historias de salvar princesas y salvar el mundo que Nintendo se saca de la manga cada generación. Así se han planteado sus misiones y sus recompensas, vaya.

Al embarcarte solo o con más gente, ya sean amigos u otros jugadores, explorarás unos escenarios muy concretos, con ciertos enemigos y pequeños puzles que resuelves bien matando enemigos con ayuda de los otros personajes al crear un tótem de Links o lanzar a otro compañero a una altura mayor o bien con las típicas ideas de la saga.

Los objetos también son familiares: arcos, bombas, rupias, vasijas para romper, etc. Todos los elementos de la saga están en The Legend of Zelda Tri Force Heroes, pero se emplean de cara a misiones cortitas y objetivos que te quitas de encima rápido para conseguir materiales con los que labrar tu equipo.

Hay que vestir con clase

Este equipo es ropa, literalmente. El sentido de la moda es muy importante en The Legend of Zelda Tri Force Heroes, hasta el punto de que el mundo, la historia y los personajes secundarios giran en torno a lo bien o mal que viste la gente. Ya os avisábamos de que esto está muy separado de la línea principal, vaya.

Al conseguir materiales, podrás encargar a una modista muy popular ciertos trajes, que van desde las ropas de héroe siempre de Link hasta otra de imitación Kokiri, pasando también por trajes de princesa, la túnica del gran Tingle o cosas más absurdas como un traje de chico-bomba.

Cada vestimenta tiene unas mejoras, por supuesto, y cuantos más tengas, más facilidad tendrás para resolver según qué misiones o situaciones, aunque los trajes los eliges de antemano y lo mismo escoges uno que te viene fatal para la siguiente misión.

Todo el rato haciendo el bobo

Poco importa todo esto, al menos en las primeras horas que hemos jugado nosotros, pues lo mejor de The Legend of Zelda Tri Force Heroes es la comunicación no verbal que llevas a cabo durante las misiones con los otros jugadores. No hablamos solo de tirar a alguien al vacío por las risas, sino también de mensajes en forma de emoticonos.

La pantalla táctil tiene unos cuantos mensajes de estado anímico con la cara de Link que puedes usar para dar indicaciones a los compañeros, para celebrar un puzle resuelto o simplemente por las risas. Sobre todo esto último, porque se puede abusar de ellas todo lo que se quiera y hacer el idiota hasta las últimas consecuencias.

Son estos gestos tontos los que más nos gustan de la saga y que en The Legend of Zelda Tri Force Heroes están muy presentes, llegando a ser los protagonistas absolutos. Hay un guiño concreto al mito del héroe de la saga y a otra encarnación del mismo en los primeros minutos que es simplemente genial.

Diferente y prometedor

Así que nada, The Legend of Zelda Tri Force Heroes pinta bien, como pinta siempre cualquier Zelda, y aunque es una propuesta muy diferente, puede ser francamente divertida si mantiene la variedad y su sentido del humor durante muchas horas.

Habrá que ver, sin embargo, si el jugar siempre con más gente no supone también una limitación o si la extremada brevedad de la mayoría de misiones no convierte el juego en una lista de la compra con pantallas que hacer, acabar y repetir por conseguir materiales, que es algo que odiaríamos. Seguiremos jugando para contárosño en el análisis.