Jugamos a Rollerdrome - Los de OlliOlli dan el salto a la batalla sobre patines

Tras engancharnos a su propuesta de juego sobre una tabla en sus fantásticos mundos semi-3D, Roll7 da el salto a las 3D en un shooter acrobático que engancha cosa mala. Jugamos a Rollerdrome y te traemos nuestras impresiones: Los de OlliOlli dan el salto a la batalla sobre patines.

Jugamos a Rollerdrome: Impresiones

A unas semanas de su lanzamiento, Rollerdrome ha logrado captar nuestra atención en redacción desde sus primeros compases. En el modo de juego probado, en el que encarnamos a una recién llegada a este violento deporte, Rollerdrome plantea un modo campaña que mezcla torneo deportivo e historia. Una propuesta que funciona de forma espectacular cuando te subes a los patines.

Con el enfoque colocado a nuestras espaldas, lo nuevo de Roll7 funciona como juego de acrobacias y como shooter en tercera persona gracias a unas decisiones de diseño que se adaptan a la perfección a lo que la jugabilidad necesita. Velocidad, agilidad y espectáculo son las claves de un título que se mueve de forma sobresaliente y responde a la perfección a los botones del mando.

Los de OlliOlli dan el salto a la batalla sobre patines

El modo de juego probado bebe del sistema que pudimos disfrutar en OlliOlli World y nos invita a superar las distintas fases de cada clasificatoria superando varios retos para poder avanzar por el torneo. Mejorar el tiempo base, batir una puntuación, subir el combo a X o eliminar a los enemigos de esta u otra manera nos darán logros con los que poder desbloquear nuevas fases y clasificatorias.

Todo esto puesto sobre la mesa se traduce en un puñado de escenarios en los que tendremos que realizar acrobacias, esquivar ataques y eliminar a todos los enemigos que hay sobre la pista. Para mantener el equilibrio y no convertir la experiencia en un simple mata mata, Rollerdrome te obliga a realizar acrobacias para recargar la munición de tus armas. De esta forma el control sobre los patines es tan importante como nuestra puntería y capacidad de reacción, formando un paquete jugable que te pide una nueva partida cada vez que superas un nuivel.

Estilo Retro

Una de las cosas que más llama la atención de Rollerdrome es su decisión de diseño, que nos devuelve a la fama de los patines de bota de los años 70 con una elección artística a la altura. El diseño de personaje, enemigos y escenarios recuerda al estilo de autores como Milo Manara, Jean Giraud -Moebius- o Hugo Pratt. Un dibujo realista animado a la perfección que permite que el juego se mueva a toda velocidad con un rendimiento más que sólido.

Las distintas pistas de patinaje y escenarios de batalla, muy simples en los primeros compases, pronto dan la cara con diseños más interesantes como una estación de esquí o un centro comercial que apunta a donde pueden llegar el resto de escenarios que esperamos encontrar más adelante en el juego. mención especial merece la banda sonora funky que acompaña a la acción en todo momento animando a movernos sobre la pista y superar un nuevo reto.

¿Merece la pena?

Rollerdrome es un juego audaz, una apuesta por la jugabilidad clásica con un aspecto igualmente clásico que esconden muchas cosas buenas y aprovechan al máximo las posibilidades de la generación tecnológica actual. Saltar, realizar acrobacias y esquivar un mazazo mientras disparas a los misiles que te siguen o le vuelas la cabeza a un enemigo antes de que suba los escudos es una auténtica delicia.

Roll7 vuelve a demostrar su maestría a la hora de enseñar al jugador y conseguir en cuestión de minutos que logremos hacer cosas imposibles mientras nuestros dedos se mueven sobre el mando a toda velocidad sin que seamos conscientes de ello. Queda mucho por jugar antes de dar el veredicto, pero por ahora Rollerdrome nos deja muy contentos con ganas de continuar esta aventura sobre patines a ritmo de funky.