Kirby y el Pincel Arcoiris Avance - Un nuevo mundo de color

Kirby y el Pincel Arcoiris ya no es sorpresa para los amigos americanos, pero por Europa aún falta un mes de espera hasta que llegue a un mayo plagado de lanzamientos. Nosotros ya hemos tenido la oportunidad de probarlo en profundidad, y ahora os contamos.

Kirby y el Pincel Arcoiris, en la línea de Power Paintbrush de Nintendo DS

Normalmente Kirby siempre parece estar en un segundo plano con respecto a otras mascotas de Nintendo como son Mario, Link y Donkey Kong, no es la primera baza que juegan en una plataforma ni la más importante, pero con Kirby y su polimorfia se hacen muchos experimentos que aprovechan el potencial único de una consola.

Nintendo DS explotó en ideas y tuvo varios Kirby sobresalientes, incluyendo un remake, un plataformas al uso, el genial Mass Attack, y el que se convirtió en uno de los mejores juegos de la consola portátil, un juego que sólo podía estar ahí, como es Kirby y el Pincel del Poder (Power Paintbrush). En su línea, viene este Kirby y el Pincel Arcoiris, aprovechando un mando con pantalla táctil.

Un mundo de plastilina virtual

En el aspecto de juego nos encontramos con que no es una copia exacta de Power Paintbrush, sino que Kirby y el Pincel Arcoiris prescinde de las transformaciones sacadas de enemigos y utiliza esos momentos temporales como ya hizo en Kirby's Epic Yarn en Wii, y es en momentos puntuales cuando Kirby adquiere otras formas con características diferentes. Mientras tanto, toca rodar y rodar.

Aunque tengamos una mejor imagen en alta definición en la pantalla, la realidad es que hacerlo bien en Kirby y el Pincel Arcoiris supone mirar permanentemente al Wii U GamePad donde no sólo vemos la imagen, sino que la modificamos, transformando nuestros trazos con el lápiz táctil en líneas por las que avanza un Kirby incapaz de saltar, que sólo puede rodar y rodar.

Detalle minucioso y secretos por doquier

Pero que Kirby sea algo relegado a una segunda división no quiere decir que sus juegos no se traten como deben. Kirby y el Pincel Arcoiris esgrime una factura técnica impecable, y no sólo es la originalidad de un mundo recreado en plastilina, sus físicas y rebotes peculiares, sino que hay magia en sus detalles, en flores que se abren en stop-motion, en muros que no se derrumban rectos sino que se deforman como lo haría la plastilina,... Es pura magia en ese aspecto.

Pura magia es tanto a la vista como al oído, y esta vez las fanfarrias habituales de Kirby vienen completamente orquestadas y acompañando a todo tipo de fases y momentos diferentes a la perfección. Kirby y el Pincel Arcoiris tiene mucho más de lo que se ve a simple vista, y eso se aprecia jugándolo y disfrutándolo.

La clásica recolección de objetos de cada fase esta vez no es un mero trámite para ver cómo suceden cosas monas en pantalla, sino que hablamos de muchos secretos realmente bien escondidos y que a medida que superamos fases van requiriendo más y más pericia. El aspecto desenfadado e infantil de Kirby y el Pincel Arcoiris esconde mucho más de lo que parece.

Y también, moldeando el compañía

Kirby y el Pincel Arcoiris también cuenta con un modo multijugador en el que hasta cinco jugadores pueden participar, uno como Kirby con el Wii U GamePad trazando líneas, y otros como Waddle Dee, cada uno lanza en mano con su Wiimote, y aunque puede ser un poco caótico, se añaden pequeños extras muy apropiados.

Kirby y el Pincel Arcoiris también tiene compatibilidad con los amiibo de Kirby, Metaknight y Rey Dedede, pero no deja de ser un uso anecdótico como un potenciador temporal, limitado a un uso en cada fase, cada día. En cualquier caso, podemos estar hablando de uno de los Kirby con mayor cantidad de contenido jamás hecho, y eso es algo que hay que destacar, casi a la par que su especial apartado visual.