Lo mejor y lo peor del alfa de Doom

Hemos estado jugando este fin de semana al alfa de Doom y lo cierto es que nos ha gustado mucho. Jugar al nivel multijugador que se habilita con la alfa de Doom nos ha permitido comprobar los puntos fuertes que el regreso de está mítica saga, fundacional de todo un género, traerá consigo.

El alfa de Doom nos devuelve a una época en el que los shooters no perseguían trasladar “la realidad” a las armas, escenarios o soldados, sino distorsionar esto para que solo importara disparar, saltar y no morir, y por lo que hemos visto en Doom, esta idea se mantiene intacta aunque con alguna idea nueva que termina por redondear esta producción. En este artículo vamos a reunir los cinco motivos por los que esta alfa de Doom nos hace querer el juego completo ya en nuestros sistemas

El diseño de escenarios de la alfa de Doom

Lo primero que nos llama la atención del alfa de Doom es el diseño de escenarios. A diferencia de otros multijugadores a los que estamos acostumbrados, y que tienen un diseño que se basa en colocar diferentes calles, como en LoL, interconectadas por un espacio central, en esta ocasión, el multijugador de Doom nos trae un escenario con muchas plataformas, atajos secretos, callejones, teletransportadores y diferentes alturas.

Lo que se consigue con esto es crear una experiencia de juego muy distinta a la que estamos acostumbrados con Battlefront o Call of Duty, teniendo que andar bricando entre plataformas para ganar, conocer bien el territorio mientras estamos disparándole a otro y la posibilidad de encontrar siempre un lugar nuevo para explorar.

En la alfa de Doom pudimos jugar solo con un escenario, pero si consiguen darnos un puñado de estos con un diseño similar, en este punto estaremos muy contentos, porque en serio, consiguen diferenciarse mucho por su complejidad de otras propuestas actuales.

Las armas de Doom, volvemos a los 90

En el alfa de Doom nos ha encantado reencontrarnos con un viejo amigo: el lanzamisiles, o Rocketlauncher, como le llamábamos todos, ¿y por qué? Porque es capaz de definir la actitud que se ha tomado a la hora de diseñar las armas de Doom. ¿Retroceso, peso, algún atisbo a la realidad? Eso está de más. En el alfa de Doom impera el espíritu de los 90, ese en el que los píxeles gordos y los polígonos prehistóricos validaban la falta de realidad, bendita sea su ausencia.

Con el lanzamisiles tendréis que disparar allí donde esperáis que vaya a estar el rival, la escopeta se carga de poder si aguardamos lo suficiente, soltando un potente disparo, el rifle de francotirador es letal si acierta y contamos también con una metralleta muy equilibrada. Estas armas no quieren, como decimos, ser realistas, sino ser cómodos para atacar a nuestros enemigos mientras disfrutamos de los escenarios.

Ítems, muchos ítems que recolectar en Doom

En el alfa de Doom nos hemos reencontrado con un viejo amigo: los ítems que recoger mientras jugamos cada partida. La verdad es que nos han gustado mucho por lo que aportan como tales y por lo bien que le sientan a los escenarios por como están colocados. Hay objetos para curarnos la vida, para recargar nuestras armas y para equiparnos un escudo y potenciarlo y estos están dispuestos en las zonas con mucha malicia, al menos los más poderosos.

En Doom tenemos doble salto gracias a nuestros jetpacks, ¿te arriesgarás a saltar por los aires sobre un charco de lava para recoger tu armadura y quedar expuesto? ¿Decidirás ir por un conducto de ventilación en el que hay un camino lleno de puntos de vida para curarte tras un combate? ¿Elegirás ese sendero en el que se hallan balas para tu arma, que está agotada? Esta es la gracia de estos objetos en Doom, que marcan distintos caminos que seguir en función de tu situación.

Es un placer contar con escenarios multijgador que explorar y descubrir un ítem que te entrega la ventaja que necesitas para enfrentarte a ese demonio que se acaba de crear; todo muy noventero aunque, un segundo, ¿un demonio? Hablemos de ellos.

Convirtiéndonos en demonios

Cuando juegas al multijugador del apha de Doom de repente ocurre una cosa: aparece una marca en un punto del mapa, y si un jugador pasa por encima se convierte en un demonio que practicamente hace instant kills si te dispara y acierta.

Lo divertido de esto es que, en el momento en el que esa marca aparece, todos los jugadores de la partida se concregan en ese sitio, protegiendo el lugar si son ellos los que pueden convertirse en demonios, y hacer que la partida mejore para ellos, o atacando al enemigo si son ellos los que pueden transformarse y arruinarles el día.

Al transformarnos en demonios seremos el ser más poderoso de la partida durante un rato, que tendremos que aprovechar para hacer todos los puntos posibles. La aparición de la marca del demonio, junto con la disposición de los objetos, orientan en cada momento la navegación por el mapa de juego, algo muy útil si tenemos en cuenta que no disponemos de un minimapa, como en Call of Duty, que nos diga dónde están los malos.

¿Y el apartado técnico de Doom?

Aunque el alfa de Doom se mueva a 60 fps y a 1080p, lo cierto es que a nivel técnico no está a la altura. Los modelados de los personajes son flojos, así como las texturas o y la propia ambientación del juego. Es posible que se haya buscado un aspecto crudo o retro a propósito; no es que el título sea feo, pero sí que es un tanto simple, no afecta a la jugabilidad, pero hace que los combates pierdan intensidad.

Recordemos que valorar este punto es muy complicado, porque nos encontramos ante una alfa. Lo que sí hemos visto es que el juego va muy fluido, los combates se desarrollan a buen ritmo y todo lo que se muestra en pantalla funciona en términos de diversión a la hora de combatir.

Con tantos elementos positivos, y habiendo sabido llevar acertadamente elementos de los shooters de los 90 al día de hoy, nos quedamos con más ganas de ver más de Doom. Lo cierto es que en el alfa de Doom hemos podido ver tan solo lo que entedemos como una base, y no hablando solo en términos de número de armas o número de mapas, sin en contenido, personalización y opciones en ellos; pero lo dicho, lo que se ha visto en el alfa de Doom está muy bien, y queremos más.