Mirror's Edge Catalyst - Impresiones - Faith, como nunca
Mirror's Edge Catalyst sigue pareciendo una apuesta tan original y arresgada como la primera, pero esta vez ya cuentan con todos los errores aprendidos. Probamos el regreso de Faith en el E3 2015, y esto nos ha parecido.
En el Mirror's Edge original, sabíamos que manejábamos a una runner porque se veía en las secuencias entre capítulos y poco más, Faith no tenía un carácter y apenas tenía un diseño reconocible más allá del arte de la portada del juego. En Mirror's Edge Catalyst, no sólo entra en juego esa mecánica rompedora de plataformas en primera persona, sino que también conoceremos a una nueva Faith.
Faith está más presente que nunca en Mirror's Edge Catalyst. No sólo somos dueños de sus movimientos gracias a un control difícil pero terriblemente intuitivo una vez aprendidas las lecciones básicas (mismo M.O. que en el original), sino que también somos capaces de verla y de sentirla, con una mayor presencia en pantalla a pesar de que el juego se sigue desarrollando en primera persona.
Mirror's Edge Catalyst, parkour en primera persona
La demo de Mirror's Edge Catalyst que hemos podido probar en el E3 2015 constaba de cuatro partes: una introducción, más cinematográfica y a modo de tutorial, y una zona más representativa de lo que será el juego final, con varias misiones secundarias repartidas a lo largo de una fracción de la skyline de la ciudad donde pudimos comprobar la variedad de situaciones.
En esa introducción se dejaba intuir la relación de Faith con todo esto, el comienzo de la historia, sus contactos, la forma de comunicarse con su entorno, y sobre todo los controles, una forma de manejo que no depende de los botones frontales sino que nos hace utilizar sólo los botones superiores, uno para las acciones que requieran 'subir' y otro para todo lo que sea 'bajar'.
Botón de subir, botón de bajar, y todo lo demás
La acción 'superior' no sólo implica saltar. En un entorno de free-running, no hay algo tan sencillo como saltar. Con el botón para las acciones de subir corremos por las paredes, nos impulsamos, pasamos obstáculos por encima, nos agarramos a bordes, tuberías y tirolinas,... Todo fluye una vez que combinamos subir y bajar.
El botón para las acciones inferiores es el que nos hace deslizarnos sobre la marcha, pasar obstáculos por debajo, rodar para evitar el daño por caídas,... Y todo esto, combinado con acciones rápidas como la media vuelta o incluso los golpes cuerpo a cuerpo, hacen de Mirror's Edge Catalyst una experiencia en fluidez constante.
¿Y qué tal el combate?
Uno de los mayores problemas del Mirror's Edge original era ese momento en que Faith se veía prácticamente obligada a coger una pistola, o cuando los enemigos desvirtuaban la experiencia de fluidez constante. Aquí ese error está solventado, y el combate mejorado hace que podamos sentir mejor a Faith.
Además de ver a Faith en unas animaciones especiales a modo de 'finisher' espectacular, la base del combate no está en pulsar varias veces un botón para hacer combos, sino que todo se basa en el timing, en aprovechar inercias de ese fluir constante para que un enemigo no dure más de un golpe. En el fondo, no es un combate si uno no tiene la oportunidad de pelear, sino que podríamos hablar de que los enemigos son otro obstáculo más.
Variedad y movimiento libre
A la hora de hablar del desarrollo de Mirror's Edge Catalyst, a sus creadores no les gusta hablar de 'mundo abierto', ya que no es un sandbox al uso, sino de un título que permite 'free roaming', un movimiento libre por un área abierta, pero delimitada a los tejados y entresijos de las alturas de esa ciudad.
Las tres misiones que permitía la demo de Mirror's Edge Catalyst nos lo mostraban. No hay un camino prefijado, no es una aventura lineal, pero tenemos varios objetivos y está en nuestra mano descubrir cómo llegar a ellos, y no en la de un simple icono y una flecha en pantalla.
Mirror's Edge Catalyst aún tiene mucho que enseñar, pero por lo menos ya nos ha dejado claro que los fans del original no tendremos que preocuparnos por el hecho de que la libertad de movimientos sea un lastre para la fluidez del juego. De hecho, todo lo que podría fallar en el original viene solucionado de serie, y eso garantiza que, como poco, será un gran juego.
