Nuclear Throne

    Nuclear Throne es lo nuevo de Vlambeer, es el nuevo Hotline Miami, el nuevo The Binding of Isaac y el nuevo Spelunky, todo en uno y con monstruitos postapocalípticos nucleares tan adorables como los que habitan en Hora de Aventuras.

    Nuclear Throne es el juego que Vlaamber empezó a desarrollar nada más acabar su fantástico Luftrausers. Como este, y como casi todos los juegos desarrollados por el brillante dúo que componen Rami Ishmali y Jan Willem Nijman, el enfoque arcade se nota desde el primer minuto de juego y es el origen de todas las mecánicas de juego.

    En el caso que nos ocupa, la permamuerte y la necesidad de avanzar nivel tras nivel evitando una muerte que se paga muy cara es lo que más hay que tener en cuenta; pero eso no impide alabar el resto de aspectos que lo componen, como su magnífica banda sonora (a cargo de Julio Kallio) o su bellísimos gráficos de pixelart.

    Nuclear Throne, el indie definitivo

    Comprar Nuclear Throne en early access es, además de la compra de un juego y de su versión completa, una ventana abierta a su estudio, a Vlaamber, que todos los jueves emite cómo van introduciendo mejoras y que están en íntimo contacto con su comunidad. ¿Que algo no ha gustado? Se puede reexaminar si el feedback recibido por la comunidad es interesante.

    Vlaamber agradece todas las sugerencias y demuestran que parte de su mérito está en saber muy bien hacia dónde se dirige el arcade y dónde está el potencial para lanzar un juego. En este caso, las influencias no podrían ser más claras: Nuclear Throne es una mezcla de los mejores indies de los últimos años.

    Aquí mi fusil, aquí mi pistola láser y mi mejora de vida

    La influencia más clara está, quizá, en The Binding of Isaac. Como el juego de Edmunc McMillen, Nuclear Throne tiene escenarios generados de forma aleatoria, aunque más recatados y pequeños; y es posible mejorar al personaje que se maneja a medida que se suben niveles gracias a la energía nuclear que se obtiene matando enemigos.

    Para avanzar de nivel, solamente hay que acabar con todos los enemigos y entrar en un agujero negro que transporta a otro nivel, ya sea de la misma ambientación o de otra. El primer nivel, por ejemplo, tiene tres fases y un jefe al final. Esto recuerda un poquito a Spelunky, sobre todo por el cambio de aspecto y de tipo de enemigo y de peligro: no es lo mismo una fase de hielo que una tóxica.

    Por último, aunque ya parezca rizar el rizo por completo, también se parece a Hotline Miami. No es que sea ultraviolento, que lo es, aunquecon bichos mutantes en lugar de con personas; sino que es posible ir cogiendo armas constantemente, cada una con un tipo de daño y de munición, que se puede obtener de los cofres repartidos por el escenario o directamente de los muertos.

    Muere una y otra y otra vez

    Como con esos tres juegos que citamos, la dificultad del juego es bastante alta, pero lejos de ser un problema, es una cualidad imprescindible que lo hace mucho más divertido. Por algo es un arcade, vaya, porque hay que repetir y repetir para convertirse en un mejor jugador y saber cómo atacan los enemigos y qué armas funcionan mejor.

    El estudio de los enemigos es fundamental, tanto como el darse cuenta de que algunos cofres contienen trampas y de que en determinados niveles de profundidad, aparece un jefe sí o sí. Es aquí donde se demuestra que se empieza a dominar el juego y el movimiento y las estrategias de cada personaje.

    Efectivamente: los personajes del juego, como buenos mutantes, tiene diferentes taras que los caracterizan. Uno de ellos tiene una esquiva bastante útil, otro puede explotar cadáveres a distancia, otro puede repeler ataques, etc.; pero siempre hay un efecto secundario: quizá tiene menos vida, es más lento, gana experiencia más lentamente...

    Nuclear Throne será un clásico

    Obviamente, como cada nivel está generado proceduralmente, la cosa es bastante complicada por mucho que se juegue y siempre habrá una bala tonta que dañe al personaje lo suficiente como para que el siguiente error tonto finalice la partida. Así es la permamuerte: injusta por naturaleza, pero divertida como ella sola.

    A Nuclear Throne es muy fácil echarle una veintena de horas sin darse cuenta, como a esos otros juegos en los que encuentra cierta inspiración. Aunque actualmente se encuentra en fase de acceso anticipado y le queda mucho desarrollo por delante, ya ha incluido la fase final del trono nuclear.

    Cualquier fan del arcade, de la dificultad endiablada y del repetir y repetir hasta dar con la satisfacción de ganar en un juego que se empeña en ser diferente cada vez encontrará aquí un aliado para muchas horas de juego.

    Nuclear Throne

    Disponible desde 2014

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