Splatoon Preview - La tinta es lo único que no escasea
Tras unas cuantas horas dándole a la versión final de Splatoon, podemos haceros un pequeño adelanto de sus contenidos, que no son abundantes por ahora.
Aunque falten 11 días para su lanzamiento en Wii U, no hemos querido dejar pasar la oportunidad de hablaros de Splatoon. Este curioso shooter se merece su espacio y su tiempo, no solo a la hora de jugarlo, sino también para hablar de él. Por esa razón. queremos hablar un poco de nuestro primer contacto.
¿Por qué? Porque Nintendo no suele hacer shooters, y eso se nota. Splatoon no se parece a ningún otro juego que haya en el mercado porque tiene una estética muy particular y se plantea con mucha calma el tema de escenarios y armas, aunque luego sorprende la brutal cantidad y variedad de su cantidad de equipamiento.
Splatoon es único
Decíamos que Splatoon es único. Esto se debe a que no es violento, pues disparas tinta; a que sus armas son muy variadas y diferentes, pues cada una impone estrategias concretas; y a que no hay balas, sino que recargas munición de tu arma y tu arma secundaria sumergiéndote en la tinta con la que pintas el escenario.
Parece mentira, pero ir disparando y pintando todo el escenario es casi más importante que matar enemigos. Nosotros hemos ganado partidas yendo a nuestra bola y pintando esos rinconces más inaccesibles del escenario y matando solo de vez en cuando a un enemigo.
Es verdad que esto es más entretenido, pero el ritmo de Splatoon consigue ser único gracias a que te obliga a hacer ambas cosas. Darte una vuelta pintando para rodear a un enemigo, por ejemplo, es algo que hemos hecho mucho, al igual que ocultarnos en la tinta y esperar el instante perfecto para acabar con un enemigo despreve
Tu arma, tu estilo
Cómo juegas dependerá de dos cosas, sobre todo. Primero, de los escenarios, que de momento son muy poquitos, pero tienen varias alturas, escondites y están muy bien pensados en general. Y luego, de las armas escogidas, que tampoco abundan en modelos, pero sí en combinaciones con armas secundarias.
De momento, hemos jugado con una ametralladora, un rifle de francotirador y un rodillo. Este último es muy potente y divertido de usar, y casi parece que está demasiado por encima del resto. En realidad, es cuestión de pillar el truco a cada pantalla y ponerse en una altura con el rifle o de ocultarse bien con la ametralladora.
Cada arma tiene un arma secundaria y un poder, que pueden ser una granada y un escudo protector o una mina y un cañon de tinta u otras combinaciones. No se pueden elegir a nuestro gusto, y eso nos ha molestado un poco: nos gustaría tener un rifle y usar las armas secundarias que nos apetezcan, pero va a ser que no.
Se parece a Destiny, en serio
Además de las armas, el equipamiento que empleemos es fundamental porque confiere pequeños bonus a nuestro personaje (que por cierto, se puede cambiar de sexo siempre que queramos, todo un detalle). Hay tres tipos de prenda: superior, cuerpo y zapatillas, y cada una suma ciertos efectos.
Puedes tener una camisa de cuadros bien chula que te dé más tiempo de duración al especial; una gorra megachula y echada para atrás que te confiera más daño si estás siendo dañado a su vez; y unas zapatillas con las que corres todavía más cuando estás sumergido en tu propia tinta.
Cada prenda, además, tiene efectos secretos que se desbloquean cuando subes de nivel, y de ahí viene lo que decimos de Destiny: esa obsesión por conseguir más victorias para conseguir más monedas y comprar mejor equipamiento está muy presente en el ADN de Splatoon y puede ser un vicio.
Splatoon tiene mucho por demostrar
Ahora bien, no todo es bueno, y aunque para evaluar esto como es debido, tendremos que esperar al análisis de Splatoon, ya os podemos decir que la variedad de escenarios es una pega inmensa, mucho más que no poder elegir las armas secundarias que nos apetezca para cada arma principal.
Nintendo ha prometido más contenido constantemente durante los meses posteriores a Splatoon, pero, por ejemplo, limitar las partidas competitivas hasta que haya suficientes jugadores de nivel 10 es una bobada: en nuestra primera hora de juego ya éramos nivel 4, por ejemplo.
Es un precio que debemos pagar un juego tan especial, suponemos, y por que sea Nintendo quien lo haga. Su falta de experiencia o su visión conservadora con los juegos online – la ausencia de chat también nos parece ridícula – puede lastrar a Splatoon, pero para saberlo a ciencia cierta tenemos que jugar mucho, mucho más.
