Las cinco mayores decepciones del E3 2015

Ahora que han pasado unos días, va siendo hora de hablar libre y tranquilamente de las decepciones del E3 2015. Está claro que la feria ha sido fenomenal este año, que todos los participantes lo han hecho bien en general y que se ha hablado mucho de juegos y poco de hardware, servicios u otras cosas que no nos importan. Eso es bueno.

Las decepciones del E3 2015 no son gran cosa, pero decepciones son

Sin embargo, eso no va a quitarnos de tirar de las orejas y de sacar las vergüenzas a aquellos juegos o compañías que consideramos que han rendido por debajo de lo que se esperaba. Cuando tus competidores sacan a relucir sus mejores joyas, más te vale tener un buen par de balas en la recámara o vas a estar en una lista como esta.

Sin más dilación, aquí nuestras decepciones del E3 2015.

1 - PS Vita está muerta

Sony solamente dedicó un vídeo de mierda nada a PS Vita durante su, por otro lado, fantástica conferencia del E3. Ignorar así a la Vita nos parecería algo grave si la consola estuviera vivita y coleando, pero ahora mismo, visto esto, lo que está claro es que Sony la da por muerta y no quiere saber nada más de ella.

No hace falta que os digamos lo mucho que nos molesta esto, pues PS Vita nos parece una plataforma fantástica para jugar a determinados juegos independientes y, de haberse llevado un poco mejor, podría haber servido para grandes títulos también. Sin embargo, va a ser que no.

2 - La realidad virtual al final no ha sido para tanto

Pese a todo lo que se dijo antes del E3 y pese a la conferencia previa de Oculus Rift, al final la realidad virtual está entre unas de las decepciones del E3 2015. La razón es bien sencilla: no hay juegos suficientes ni parece que la tecnología esté lo suficientemente cerca.

Morpheus ha enseñado unos cuantos juegos, pero ninguno parece estar a la altura del hype que se ha generado. Y aunque este no es el problema de Oculus Rift, sus rarísimos mandos (Oculus Touch), su semialianza con Microsoft y lo poco fiable de su conferencia han mermado nuestra atención sobre el dispositivo.

¿Quizá sea HTC Vive quien consiga ilusionarnos de nuevo?

3 - Mass Effect Andromeda está en pañales

EA mostró un poquito más sobre el nuevo Mass Effect, que ahora sabemos que se subtitula Andrómeda, que se ambientará en dicha galaxia, que ocurrirá muchos años después de Mass Effect 3 y que, bueno, llegará en las navidades de 2016 porque aún no está lo suficientemente avanzado.

No nos importa que los estudios se tomen su tiempo para hacer las cosas bien, y sabemos que BioWare quiere lucirse con este nuevo capítulo de su saga de ciencia ficción, pero no podemos no sentirnos un poquito tristes de ver que todavía queda mucho tiempo para volver a ser el comendante de una nave y salvar el mundo con tu grupo de soldados.

4 - ¿Qué pasa con Nintendo?

Buena pregunta, porque la compañía no es que estuviera ausente ni no presentara juegos, el problema es que no estuvo a la altura. Star Fox, aunque nos apetece, no es un sustituto suficientemetne fuerte de Metroid Prime o Donkey Kong Country, juegos que espérabamos, aunque solo fuera uno de ellos.

Tampoco aprovecharon la oportunidad para anunciar un nuevo Mario 3D, como algunos deseábamos; y los juegos que mostraron, los pusieron en vídeo, sin apenas demostraciones jugables de suficiente duración y de un modo que no parecí importarles demasiado. Nintendo estuvo como desganada.

5 - Square Enix necesita presentadores que pronuncien el inglés

Quizá estemos siendo un poco malos con esto, pero es que los presentadores de Square Enix no solo eran muy sosos, es que tampoco sabían pronunciar bien en inglés y no había modo de entenderles. Hasta ellos parecían estarlo pasando mal, y eso que no anunciaron malos juegos ni mucho menos.

Puestos a criticar esta conferencia con algo más de peso, nos gustaría indicar que no está nada bien que Square Enix presente dos de sus juegos más novedosos, Project Setsune y Nier 2, con unos cuantos artworks y un vídeo de cinemática, respectivamente. Aquí se viene con algo de gameplay o no se viene en absoluto, caray.