Análisis de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy - Crash vuelve a PS4

El verano marca el inicio de las aventuras desenfadadas y es una temporada ideal para darle una oportunidad a los juegos de plataformas de ayer y hoy. Nuestro protagonista es una experiencia que mezcla ambos conceptos, siendo el remake de tres juegos con más de 20 años desde su estreno que vuelven con todo el apartado visual renovado.

El trabajo corre a cargo de Vicarious Visions, el estudio principalmente conocido por estar detrás del desarrollo de la serei Skylanders que esta vez se ha aventurado a realizar un traslado de justicia al presente del marsupial más conocido en la historia del videojuego, un personaje que vivió en otras plataformas pero que es conocido principalmente por ser la mascota no oficial de la primera PlayStation. Bienvenidos al análisis de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy.

Análisis de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy

Como su nombre indica, en Crash Bandicoot N. Sane Trilogy nos encontramos ante un remake de los tres primeros juegos de PSX: Crash Bandicoot, Crash Bandicoot: Cortex Strikes Back y Crash Bandicoot: Warped. Todas las entregas han sido revisadas sin partir del código original desarrollado por Naughty Dog y han recibido algunos cambios que mencionaremos a continuación.

El más destacado y capital, quizás, ha sido la modernización de los sistemas de guardado. Por aquél entonces tocaba disponer de una Memory Card para guardar nuestro progreso, debido a que la primera PlayStation no contaba con memoria interna, pero en análisis de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy contamos con la posibilidad de un guardado automático que también puede ser reemplazado por uno manual.

Las novedades de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy

En Crash Bandicoot N. Sane Trilogy nos encontraremos como en casa si en su momento jugamos a los originales. Veremos los mismos niveles secretos, regresaremos a un sistema de control rígido propio de una época en la que el stick direccional en la consola de Sony era primigenio, haremos memoria en los niveles que nos las hicieron pasar canutas y demás. Eso sí, esta vez podremos controlar a Coco en muchos otros niveles, se revisa todo el apartado sonoro, se introducen las gemas y los coleccionables en el primer Crash Bandicoot y se modifican algunos aspectos cromáticos de los títulos originales para hacer más sencillo y agradable el distinguir según qué enemigos.

Del mismo modo, las secuencias introductorias de cada juego y las partes cinemáticas han sido revisadas por completo, al igual que todo el apartado gráfico. Esto supone que en Crash Bandicoot N. Sane Trilogy nos encontremos ante una versión actualizada de los tres juegos de los noventa, con los mismos planos y secuencias pero con unos modelados y un despliegue visual correspondiente a lo que deberíamos pedirle a cualquier título en 2017.

Crash Bandicoot N. Sane Trilogy es un remake fiel

Hay quien pueda llegar a creer que Crash Bandicoot N. Sane Trilogy es difícil, pero en XGN creemos que es una percepción errónea. Con el tiempo, la industria del videojuego se ha ido volviendo más complaciente con el usuario, dándole algunas comodidades que hoy pueden hacernos creer que un juego que no las tenga es difícil, cuando en realidad lo único que ocurre es que no se rige por los estándares y las maneras de hacer actuales. No nos encontramos ante tres juegos difíciles, simplemente son tres obras que nos exigen un nivel de atención por encima de la media y un precio a pagar por cada error más alto de lo que hoy es habitual.

Tanto si en su momento lo jugasteis como si no, Crash Bandicoot N. Sane Trilogy es un obligatorio para cualquier usuario que quiera disponer de lo mejor que ofrece el catálogo de PlayStation 4. Este exclusivo de la consola de Sony se está ganando a pulso las buenas cifras de ventas y hay que reconocer que Vicarious Visions ha realizado un magnífico trabajo a la hora de trasladar todo lo que en su momento supuso el marsupial de Naughty Dog, respetando la obra original pero dotándola de lo que hoy sería inconcebible no tener. Bienvenido de nuevo, Crash, muchos te echamos de menos.