Análisis de Aliens: Dark Descent - Estrategia, aliens y mucha tensión
El mítico universo de Ridley Scott goza de mejor salud que nunca y regresa al mundo del videojuego de la mano de Focus Home y Tindalos Interactive en un título que va más allá de los videojuegos anteriores inspirados en la franquicia. Si quieres saber cómo ha salido, te lo contamos en nuestro Análisis de Aliens: Dark Descent: Estrategia, aliens y mucha tensión en un título muy exigente.
Análisis de Aliens: Dark Descent
Si pensamos en videojuego de Aliens, lo más normal es que se nos vengan a la cabeza los muchos, muchísimos shooters que en su momento se inspiraron en la conocida saga cinematográfica. Desde los 80 hasta nuestros días, del salón arcade a nuestra habitación de juegos, la saga ha sabido inspirar muchos títulos de entre los que sin duda destacó el brillante Alien Isolation, de the Creative Assembly. La genialidad de Isolation fue saber entender la atmósfera de angustia y terror de la saga, transportándola al mundo del videojuego, y eso, justo eso, es lo que vuelve a conseguir Aliens: Dark Descent, en esta ocasión de la mano de Tindalos Interactive.
Si piensas en un juego de estrategia tradicional, lo normal es pensar en bandos equilibrados, grandes habilidades o, directamente, en ejércitos. Pero Aliens: Dark Descent no es un juego de estrategia tradicional aunque pueda parecerlo por su sistema de control. La buena gente de Tindalos han tomado elementos del género de la estrategia y los juegos tácticos, le han añadido componentes de RPG y aventuras, y han terminado por crear un todo en el que lo más importante es mantener la tensión, la atnmósfera y la angustia de la saga cinematográfica para convertir la franquicia en la que se inspira en mucho más que una mera excusa para vender juegos.
Estrategia, aliens y mucha tensión
Aliens: Dark Descent nos lleva a la luna de Lethe 20 años después de los sucesos de Alien 3. Tras una introducción muy cinematográfica que no se complica demasiado a la hora de plasmar a los personajes secundarios, la cosa va tomando forma mientras tratamos de acabar con un brote de xenomorphos en la nave en la que, afortunadamente, viaja nuestra protagonista . A forma de tutorial, el juego nos invita a ir comprendiendo cómo funcionan sus mecánicas mientras recorremos la nave, interactuamos con los primeros objetos y cogemos nuestra primer arma. Pronto llegará el momento de jugar al escondite con el primer xenomorpho y entender el sistema de sigilo que, más adelante, podremos utilizar a gran escala con nuestros marines.
Tras este prólogo y algunas situaciones que te dejamos que vivas por ti mismo, Aliens: Dark Descent nos pone al mando de un escuadrón de marines y es cuando empieza lo bueno. la falsa seguridad que nos da el tanque y estar rodeado de soldados expertos pronto da paso de nuevo a la angustia y el terror, ya que será necesario que aprovechemos todo el arsenal y posibilidades del escuadrón para salir con vida de las distintas misiones y encargos. Usar el fuego de supresión, las granadas, los distintos tipos de armas y la cobertura será vital para poder avanzar en la aventura. Y ojo, no será fácil, aunque es precisamente ahí donde Aliens dark Descent brilla con más fuerza: al obligar al jugador a aprovechar todas las herramientas a su alcance y las mecánicas para medrar.
Dentro de una película de la saga
Aliens: Dark Descent recuerda levemente a los primeros XCOM, más por su dificultad que por sus mecánicas. Sin embargo, su ambientación, historia y banda sonora consigue hacernos sentir dentro de una nueva película de la saga de Scott. La luna de Lethe se convierte en un escenario de batalla hostil con múltiples referencias a la saga y una ambientación sobresaliente que hace que vivamos en tensión cada pequeño paso que damos en la aventura. A esto se une una historia que tiene en cuenta los últimos sucesos de la saga no sólo en las películas originales, sino también en cómics y novelas, para crear un profundo lore que poco o nada tiene que envidiar a sagas emblemáticas como Warhammer 40K o Space Hulk.
Sin embargo, a pesar de los títulos mencionados, Aliens: Dark Descent se aleja de sentirse como un juego de mesa y se acerca más a una experiencia propia en tiempo real en la que cada segundo cuenta para sobrevivir a la colonia y acabar con todos los xenomorphos y sus huéspedes. A pesar de la sencillez aparente de sus comandos, Tindalos ofrece una gran cantidad de posibilidades mediante un sencillo sistema de interacción que nos permitirá actuar rápidamente en todo momento y elegir la mejor opción de forma automática. Un sistema inteligente que hace que nuestra batalla en la luna de Lethe sea tan angustiosa como satisfactoria cuando empezamos a cogerle el ritmo al juego.
¿Merece la pena?
Aunque confieso que en los primeros compases estuvo lejos de engancharme, basta con superar el prólogo y empezar a trastear con nuestro escuadrón de marines para empezar a cogerle el gusto a Aliens: Dark Descent, un gusto que se mantiene a lo largo de las 25 horas que dura su campaña principal, aunque se diluye un poco en las 45 que lleva terminar el juego incluyendo las secundarias y los encargos. Tindalos ha hecho un trabajo excelente a la hora de llevar la ambientación de Aliens al videojuego, y aunque a la larga en consolas el sistema de control se hace un poco pesado con el mando, hacen muchas cosas bien como para no tenerlas en cuenta.
En resumen, Aliens: Dark Descent es un juego que todo fan de la saga o la estrategia debería probar. Es un juego exigente y difícil incluso en sus modos más asequibles, pero esto se adapta a la perfección al espíritu de la saga. Junto a sus múltiples opciones y la versatilidad de cada batalla, Dark Descent ofrece una potente historia que nos devuelve a la angustiosa atmósfera de la Nostromo a escala lunar para vivir una de las aventuras más apasionantes de la franquicia.
