Análisis de Fort Solis - Una alternativa potente al clásico survival horror
Fort Solis nos ofrece una alternativa muy potente al clásico survival horror con una estructura de juego propia y una serie de buenas ideas que te relatamos en nuestro análisis
Dos compañeros de trabajo en la lejana estación de Marte, una noche de tormenta y una serie de extraños acontecimientos son la base de esta nueva propuesta de juego que nos llega de la mano de Fallen Leaf. Un título con muchas ganas de contar su propia historia que, como te contamos en nuestro Análisis de Fort Solis, supone una alternativa potente al clásico género del survival horror aportando su propio granito de arena para llevar más allá todo eso del miedo más allá de la órbita terrestre.
Análisis de Fort Solis
La propuesta de Fort Solis es tan honesta como directa: entrar en contacto con Jack y Jess, dos trabajadores de la Tierra destinados en el lejano planeta rojo, y acompañarlos a lo largo de una noche de auténtico terror. Una aventura de miedo en tercera persona de las de toda la vida en la que lo que más destaca es todo lo que Fallen Leaf elimina de la ecuación para hacer de su obra algo casi minimalista. Un enfoque que opta por las formas más puras del videojuego consiguiendo así que cada nuevo paso que damos oculte una o varias sorpresas.
De esta forma, Fort Solis nos invita a explorar la corteza del planeta rojo y una de sus instalaciones aparentemente abandonadas sin saber a ciencia cierta cuál será el siguiente paso en la aventura. Investigar, trastear con ordenadores, aprender a manejar el condenado mapa y tratar de solucionar los problemas según van apareciendo será la mejor forma de afrontar el reto que propone y sobrevivir a la maldita noche en un planeta desconocido.
Una aventura cinematográfica
En un catálogo plagado de propuestas de terror en el espacio con toques de aventura gráfica, Fort Solis destaca tanto por su planteamiento como por un aspecto visual tremendo, digno de un triple A. Jugado en PS5, Fallen Leaf ofrece una iluminación muy potente que junto al trabajo gráfico y la dirección artística convierten cada fotograma del juego en un momento único a enmarcar. El ritmo de juego lento permite que la consola exprima toda su potencia para enamorar con un resultado que parece sacado de una película moderna o una serie actual de ciencia ficción. A esto se une un doblaje sobresaliente -en inglés con subtítulos en castellano- con voces como la de Julia Brown, Troy Baker y Roger Clark, y unas melodías que consiguen aumentar puntos de tensión a la ambientación de los momentos más interesantes.
Fort Solis aprovecha así todas las herramientas del cine y del videojuego para ofrecer una aventura cinematográfica que va marcando su ritmo a un compás diferente al que estamos acostumbrados. Sin botón de correr, sin botón de apuntar, las acciones van apareciendo cuando el momento lo requiere en forma de comandos puntuales que aparecerán en pantalla. Para los momentos de tensión, no faltan los QTE, los quick time events de toda la vida que nos pedirán que pulsemos rápidamente un botón o realicemos un movimiento para esquivar o hacer algo necesario para seguir vivos.
Más allá de lo jugable, el ritmo de la narración se adapta al tono de un thriller de terror para ir contando la historia de Fort Solis. Lo que empieza de forma costumbrista con diálogos entre colegas que nos acompañan en los primeros compases de la misión, pronto va aumentando en tensión para hacer que el pulso se acelere y sintamos el agobio de los primeros golpes de suspense según vamos avanzando. Afortunadamente, Fallen Leaf demuestra mucha elegancia y huye de los jumpscares y los trucos de magia de salón para ofrecer una aventura contundente en la que la ambientación se va creando poco a poco hasta llegar al clímax final.
Una alternativa potente al clásico survival horror
En pleno año del resurgimiento del género con el lanzamiento de Residente Evil 4: Remake y el lanzamiento de Alone in the Dark y Alan Wake 2, Fallen Leaf nos ofrece una aventura muy distinta que huye de lo más jugable para conseguir que sintamos de primera mano la tensión que quieren transmitir con su obra. Fort Solis no es un survival horror, pero tampoco un walking simulator o una aventura gráfica de terror. Lejos de lo que ya hemos podido disfrutar en el género y en títulos como Amnesia u Observer, la obra de Fallen Leaf ofrece una manera propia de hacer las cosas que entra bien, muy bien, gracias a su valiente propuesta.
El resultado final es un juego en el que el premio es la información y ser capaces de recopilar todos los datos necesarios para entender el por qué. De esta forma, Fort Solis se convierte en una experiencia que puedes durar tres o seis horas dependiendo de cuánto indagues en su aventura y cuántos datos seas capaz de recopilar. Los audios, cartas, vídeos y objetos ocultos en cierta caja fuerte serán cruciales para llegar al final de la aventura comprendiendo todas las motivaciones y sucesos que nos han llevado al punto final.
¿Merece la pena?
Fort Solis ofrece una aventura en solitario con una duración media de unas 4-5 horas ideal para disfrutar en compañía de amigos como si fuera una serie de alto presupuesto o una película de calidad. Una propuesta que invita a ser comentada tras su final con esos amigos en torno a unos refrescos o unas cervezas, mientras hablamos de los distintos personajes, sus motivaciones, lo que ha pasado y el porqué. Puede que algunos momentos sean desesperantes, que la falta de un botón de correr exaspere y que los QTE estén pensados para gente con la capacidad de reacción de una hormiga pasada de éxtasis, pero todo da forma a la experiencia ofreciendo una propuesta tan valiente como inteligente. Si buscas una experiencia de terror diferente y tienes ganas de compartirla ya sea en streaming o a la vieja usanza con amigos en u sala de jugos, Fort Solis es un título a tener en cuenta.