Análisis de NieR: Autómata para PS4 - Videojuego de autor
Si buscabas una experiencia diferente la encontrarás en nuestro análisis de NieR: Autómata para Playstation 4. Yoko Taro y Platinum Games se unen para crear un videojuego extravagante, interesante y largo.
Nuestro análisis de NieR: Autómata para PS4, y a partir del 17 de marzo también en PC, te descubrirá una mezcla de beat´em up y shooter de naves para formular su combate, un avance en dos dimensiones y en tres, un mundo semiabierto que explorar, misiones secundarias que hacer y bosses que eliminar con un ritmo frenético.
NieR: Autómata es largo, tan rejugable que si no lo vuelves a jugar varias veces no te enterarás de toda su historia, con un corazón de ARPG para que tengamos que subir de nivel, mejorar y personalizar a nuestros héroes a voluntad, una trama que te sorprenderá por los temas que trata y un estilo artístico que le imprime personalidad y autenticidad.
Nier: Autómata nos entrega un combate con buenas ideas y un trasfondo muy interesante
Platinum Games recupera la mejor versión de su combate, el de Bayonetta, y le añade una nueva capa de jugabilidad que es más propia de un matamarcianos noventero. Nos acompaña un pequeño robot que dispara al pulsar R1 mientras que atacamos con el resto de botones del mando. Eso le da una nueva dimensión al combate, permite preparar enemigos que se ordenan para atacarnos desde lejos y otros desde cerca. En las situaciones más tensas acabaremos golpeando con nuestras espadas, esquivando sin parar con el tiempo bruja reinventado y disparando con nuestro Pod sin freno. Y la mezcla funciona.
Ya os decimos en este análisis de NieR: Autómata que no nos encontramos ante un juego de Platinum Games al uso. El juego no es lineal, moviéndonos por un pequeño mundo semiabierto, encontrando poblaciones, recibiendo misiones y partiendo a cumplirlas. Podremos realizar también tareas secundarias y entre todo subir de nivel, conseguir armas nuevas y también habilidades. NieR: Autómata nos da versatilidad para preparar a un personaje de ataque, de defensa o que apuesta por esquivar mejor.
En los niveles de dificultad más altos resultará fundamental cambiar las configuraciones de nuestro personaje puesto que cada jefe final ataca a su manera. Estos bosses son el eje vertebral de la historia de NieR: Autómata, una propia de Yoko Taro y que os encantará. Pocas veces os encontraréis un juego de Platinum Games con un trasfondo tan elaborado. Por si os lo preguntáis no es imprescindible jugar al original para enteraros de lo que os quieren contar.
La primera partida a NieR: Autómata dura unas nueve-once horas, pero luego hay que rejugarlo
Empezamos el juego controlando a 2B, un androide femenino que regresa a un planeta Tierra solo habitado por máquinas. Los humanos han emigrado a la Luna y solo queda en la superficie terrestre un pequeño grupo de resistencia. Esta es la base de NieR: Autómata para brindarnos un relato sobre la existencia, tanto lo que es tenerla, perderla y querer recuperarla.
La clave de este juego es la colección de distintas perspectivas que se nos brinda sobre este tema, pues rejugando una y otra vez a NieR: Automata, controlando al hacerlo a distintos personajes y con historias satélites que oscilan alrededor de la primera, acabaremos por comprender todo lo que el título nos quiere contar.
NieR: Autómata tiene un buen combate, la excelente penetración del género de naves en él y fases que son puros shoot´em up, fases divertídisimas en el que el movimiento en tres dimensiones pasa a ser de dos, y sorprende por lo que ofrece al hacerlo así. También cuenta con un trasfondo interesante, duro a veces, y con unos héroes muy personalizables, pero no es perfecto.
NieR: Autómata no destaca en lo técnico, pero sí en su personalidad artística
El mundo semiabierto que recorremos nos acaba obligando a realizar mucho backtracking sin gracia para llegar a los puntos de arranque de la misión, tanto, que la personalidad de los escenarios acaba perdiéndose hasta hacerse corriente de tanto verlos Los jefes finales se repiten, teniendo algunos maravillosos pero otros que se pueden matar solo disparando, sin tener apenas que intercambiar ni un golpe de katana, estos problemas acaban afectando al ritmo de juego. En lo gráfico, NieR: Autómata es muy limitado y las melodías se repiten demasiado.
Pero aunque todo eso sea cierto NieR: Autómata es un videojuego que tenéis que jugar. Su combate nos encanta, el tono de su historia nos fascina y su rejugabilidad nos enamora. Platinum Games nos entrega un título notable y de esos que cuesta olvidar, más allá de sus puntos fuertes o débiles.
