Análisis de Daymare 1994: Sandcastle - Una precuela que mejora el título original

    Analizamos Daymare 1994: Sandcastle: Una precuela que mejora el título original con mejor aspecto y algunas nuevas ideas que desglosamos en este análisis

    Invaders Studios

    Invader Studios regresa con una nueva entrega de Daymare. Tras llamar nuestra atención en su flashback a 1998 con algunas mecánicas muy interesantes, el estudio vuelve a la carga con un repaso a la jugabilidad y nuevas formas de enfocar el combate. Te lo contamos en nuestro Análisis de Daymare 1994: Sandcastle: Una precuela que mejora el título original.

    Análisis de Daymare 1994: Sandcastle. Un poco de historia

    Daymare 1994: Sandcastle es la precuela de Daymare 1998, que veía a la luz en 2019, antes de todo el tema de la pandemia, de los confinamientos... y de que el mundo intentara irse al carajo. Su propuesta de survival horror con el ojo puesto en el Resident Evil más clásico, el de Shinji Mikami, nos dejó buen sabor de boca aunque no supo ocultar una limitación de presupuesto en lo técnico y lo visual.

    Invaders Studios

    A pesar de ello, la buena gente de Invaders Studios supo superar esas limitaciones con un título muy bien pensado y bastante exigente que no temía ahondar en el género ofreciendo sus propias ideas y mecánicas. Una de ellas destacó por encima de todas, el sistema de recarga del arma, que se convirtió en algo delicioso y toda una pesadilla. En un juego en el que cada bala contaba, Invaders nos propuso una forma realista de gestionar la munición: llenar de balas los cargadores y tener que llevar al menos un par de ellos si queríamos recargar rápido el arma. Al cambiar de cargador, las balas que aún restaran en el primero quedaban allí, y teníamos que tener cuidado de no perder ese primer cargador en las prisas de la tensión. Todo un acierto que multiplicaba por mil la dificultad del asunto.

    Ahora sí: Daymare 1994 Sandcastle

    Ahora nos llega Daymare 1994: Sandcastle, una precuela que nos servirá para entender mejor los sucesos previos a 1998 y que lamentablemente ha decidido eliminar el tema de los cargadores por un sistema de recarga más tradicional que, en verdad, termina por agradecerse. Una vez más regresamos al pasado, en esta ocasión a 1994, para conocer a nuestra nueva protagonista: Dalila Reyes, una agente especial de HADES.

    Invaders Studios

    Con un principio muy de años 90 que consigue llamar la atención del jugador, pronto tendremos que viajar a la zona de juego, el complejo militar Sandcastle, en el que un virus está haciendo de las suyas, y ya sabéis que esto no suele significar nada bueno. Tras unos primeros pasos en medio del caos, algunos de los supervivientes comienzan a mostrar síntomas extraños. Se están convirtiendo en criaturas monstruosas, y como no podía ser menos, es aquí dónde realmente empieza el juego.

    Una precuela que mejora el título original

    Nada más empezar el juego se nota, y mucho, el cuidado que ha puesto Invaders en ofrecer un título superior en todo lo que respecta al apartado artístico y visual. Jugado en Xbox series X la impresión es muy buena, y aunque aún se nota que no estamos ante un título de alto presupuesto en detalles como la vista trasera y el enfoque de la cámara, todo se ve y se mueve mucho mejor que en el lanzamiento original.

    Invaders Studios

    Con las mecánicas de recarga fuera de la mesa, la nueva jugabilidad nos propone usar un cañón de nitrógeno para hacer las cosas más amenas y, sí, lo has descubierto, más difíciles. Sin querer destriparos demasiado, algunos infectados serán 'normales' y no tendrán mucha complicación una vez le cojas el truco a las armas de fuego. Otros serán... más chungos, y necesitaremos hacer uso de ese cañón de nitrógeno para congelarlos antes de acabar con ellos. Por si esto fuera poco, una vez eliminados tendremos que ocuparnos de algo que surge de sus restos y que, si no eliminamos, podría infectar a otras criaturas y complicarnos el día. Una complicación que se ve incrementada por un sistema de combate tosco que no acaba de funcionar como debe.

    Afortunadamente no todo es combate, y Daymare 1994: Sandcastle vuelve a invitarnos a explorar, leer diarios, buscar pistas y descubrir lo que está pasando para darle sentido no sólo a su historia, sino también para arco argumental que sustente los acontecimientos que pasaron -pasarán- en Daymare 1998. La exploración viene de la mano de los imprescindibles puzles que, afortunadamente, no nos tendrán corriendo por toda la instalación, siendo más lógicos en su planteamiento que aporta un plus al juego sin ser su punto más fuerte.

    ¿Merece la pena?

    Daymare 1994: Sandcastle mejora la apuesta que vio la luz hace unos años, y aunque echamos de menos sus mecánicas de recarga, el cambio viene más que justificado con su nuevo planteamiento. Invaders Studios hace más asequible su propuesta para todo tipo de públicos y mejora su aspecto con un apartado gráfico y artístico más potente y una narración mejorada que no nos deja tan perdidos como en el lanzamiento original. Los combates llegan a hacerse duros y son un poco toscos, especialmente a la hora de cambiar de arma y apuntar en determinados momentos, la exploración es poco sutil, y algunos momentos de la historia son predecibles.

    Sin embargo, Daymare 1994: Sandcastle sigue siendo un título digno y muy disfrutable para los que echamos de menos los survival horror de los 90 y su forma de ponernos las cosas complicadas. Si buscas algo para hacer tiempo mientras llega Resident Evil 9, puede que no sea tu juego, pero si quieres revivir ese aire retro-vintage de los primeros capítulos de la saga, el trabajo de Invaders es un bonito tributo con personalidad propia y ganas de entretener.

    7

    Pros y contras

    • Un regreso al Survival Horror clásico
    • Momentos interesantes
    • Artísticamente superior a Daymare 1998
    • Combate tosco
    • Justito en algunos aspectos
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