Análisis de Fate: Samurai Remnant - Mejor cuanto más juegas
La famosa saga regresa al mundo del videojuego con una propuesta que mejora cuanto más juegas. Te lo contamos en nuestro análisis de Fate: Samurai Remnant, un ARPG con unos leves toques de Yakuza
Omega Force vuelve a la carga con un ARPG que cambia algunas de las mecánicas más reconocidas de la compañía sin renunciar a lo más reconocible de su legado. Explora la capital del shogunato Tokugawa en pleno periodo Edo y descubre lo que encontrarás en nuestro análisis de Fate: Samurai Remnant, un título que se siente mejor cuanto más juegas.
Análisis de Fate: Samurai Remnant
Tras pasar por varios géneros y formas de monetización, la saga Fate recibe su último episodio de la mano de Omega Force, los padres del mushou más reconocible en todas sus formas. Sin embargo, y antes de que salgáis corriendo, Fate: Samurai Remnant consigue salir de la zona de confort de la compañía y ofrecer una experiencia múltiple con grandes dosis de RPG y un enfoque que recuerda, levemente, eso sí, a la saga estrella de Toshihiro Nagoshi: Yakuza a.k.a. Like a Dragon.
El cambio de escena a la metrópoli de Edo en pleno Japón feudal consigue sentirse como la mejor decisión con una historia muy potente, una ambientación que entra por los ojos y un mapa de fondo ideal para todos los cambios que Omega Force introduce en la saga. En el papel de Miyamoto Iori, discípulo reconocido de Miyamoto Musashi, el legendario maestro y creador del estilo Nitten Ichiryu -un camino, dos cielos-; tendremos que participar en el Ritual de la Luna Creciente para asegurarnos de que ningún inocente muere en el proceso.
El Ritual de la Luna Creciente
Fate: Samurai Remnant vuelve a orbitar en torno a las Guerras del Santo Grial, el torneo que enfrenta a poderosos guerreros y sus maestros por una recompensa única: ver cumplido un deseo. Miyamoto Iori se ve envuelto en la situación y, sin saberlo, invoca a su propio Siervo, una misteriosa figura histórica que, bajo el nombre de Saber, reconocerá a Iori como su maestro.
Reticente al principio, Iori terminará aceptando participar en el Ritual de la Luna Creciente junto a Saber. Por el camino irá descubriendo en qué consiste el ritual y tendrá que hablar con otros maestros, sirvientes y espíritus heroicos sin maestros para intentar evitar todo daño a la población civil. Yokais, mononokes, ronin sin escrúpulos y otros peligros se convertirán en los enemigos de un grupo cada vez mayor de defensores de la justicia que terminan por dar forma a una historia que se disfruta de principio a fin.
Mucho por hacer
Tras un prólogo algo denso en el que tardaremos en entender qué está sucediendo, Fate: Samurai Remnant nos planta en la ciudad de Edo, en el distrito encantado de Asakusa, donde Iori vive junto a su hermana adoptiva. Su pequeño hogar pronto se convierte en el cuartel en el que nuestros personajes irán planeando su día a día de cara a salir victoriosos en el ritual. Investigar a otros maestros y sus sirvientes, limpiar las calles de delincuentes y demonios y tratar de conseguir energía espiritual de las líneas Ley será tan importante como comer, mejorar la relación con saber y conseguir dinero y recursos con los que mejorar el cuartel y el taller mágico que oculta. También podremos mejorar nuestro daisho, katana y wakizashi, y modificar sus elementos para otorgarle distintos poderes a empuñadura -tsuka-, guarda -tsuba- y vaina -saya-.
Hay mucho por hacer en Fate: Samurai Remnant. Podemos explorar las calles de Edo en busca de duelos, coleccionables y enfrentamientos que nos den dinerito para comer y seguir mejorando el hogar. Nuestro taller mágico nos permitirá conseguir ventajas, mejorar las habilidades de Iori y tomarnos un descanso o cuidar la hoja de nuestra catana para conseguir bonificaciones a la experiencia. También podremos aprovechar para invertir puntos en los árboles de habilidades de iori y Saber, echar un ojo a las líneas Ley o coger algo de dinero e irnos a hacer turismos por los distritos más emblemáticos del EDO del siglo XV.
Mejor cuanto más juegas
Fate: Samurai Remnant consigue atraparte con su historia y la fascinante química que comparten Iori y Saber con algunos de los personajes más potentes de la historia. Sin embargo, esto no significa que todo sea perfecto en el juego. El combate tiene sus altibajos con enemigos que aparecen en tandas y que recuerda demasiado al pasado musou de Omega Force. Afortunadamente hay muchas opciones más allá del golpe golpe golpe musou golpe golpe golpe. Los enemigos aparecen en tandas pequeñas, no en oleadas de miles, y según le pillas el truco la cosa mejora con los ataques combinados, el cambio de postura, los hechizos y la posibilidad de pasar el control a saber y manejar a tu Espíritu Heroico, mucho más poderoso y gratificante que Iori.
Otro elemento que falla, lamentablemente mucho, es el tema del lenguaje. Las voces en japonés son una auténtica pasada, especialmente la de Saber, que juega mucho con algunos elementos de la historia y sabe darle el toque perfecto a cada situación. Sin embargo, los subtítulos no llegan en castellano ni español, sólo en inglés, algo que supondrá un problema para muchos jugadores que no podrán disfrutar de la historia como merece.
Quitando esto, Fate: Samurai Remnant es un juego que se disfruta más cuanto más juegas. La curva de evolución de mecánicas, la forma en que va introduciendo nuevos contenidos y la historia, cada vez más intrigante, consiguen que te pegues al mando de principio a fin en las más o menos 53 horas que nos ha llevado terminar el juego. Más allá del combate y los enfrentamientos, las mejoras y la exploración, algunos elementos como el mini juego de las líneas Ley, la posibilidad de investigar disgresiones en la campaña principal, el modo Nueva Partida + y el carisma innegable de los personajes convierten a Fate: Samurai Remnant en un juego que vas a disfrutar si te gusta el anime, te apetece explorar un poco de la ciudad de Edo en el siglo XV y sabes inglés.
