Análisis de Kona II Brume - El final de la historia
Volvemos con Carl Faubert a Manastan y te contamos qué tal la segunda parte en nuestro análisis de Kona II Brume: El final de la historia llega con un resultado desigual
Tras una primera gran aventura en la tierra ficticia de Manastan, la buena gente de Parabole continúa su historia justo donde la dejamos con una nueva propuesta que modifica algunas mecánicas e introduce un mejor aspecto. ¿Merece la pena? Te lo contamos en nuestro Análisis de Kona II Brume: Carl Faubert protagoniza el final de la historia.
Análisis de Kona II Brume
Mucho ha llovido desde que Kona comenzara su andadura en el mundo del videojuego. Parabole inauguró su saga con Kona: Day One, un lanzamiento 'a trozos' vestido de juego de supervivencia e investigación en el que encarnábamos a un detective al que habían encargado investigar una serie de disturbios en la ficticia Manastan, dentro de la ya no tan ficticia Canadá. Su primera entrega, una vez superado ese acceso anticipado, nos dejó buen sabor de boca con un título indie que introducía buenas ideas y que se salía del género de terror con una propuesta más enfocada a la investigación y la presencia de un narrador que le daba un toque refrescante.
Kona 2 Brume toma el testigo y tiene lugar justo al final de la primera entrega, continuando de forma inmediata los acontecimientos finales de la investigación de Carl Faubert. Tras un prólogo que sirve para refrescarnos la historia del lanzamiento original, Kona 2 nos sube a una lancha mientras intentamos alcanzar la civilización, pero la cosa no va a ser tan sencilla. Una serie de catastróficas desdichas devolverán a Carl a su trabajo, que tendrá que continuar su investigación mientras busca una forma de escapar o, ya puestos, en acabar con la temible bruma que en esta entrega parece aún más peligrosa que al otro lado del lago.
Una continuación en tres partes
Kona 2 resulta muy continuista en lo que respecta a la historia, aunque introduce varios elementos nuevos y cambios en lo que ya sabíamos o creíamos saber. Su oferta de jugo nos invitará a seguir explorando Canadá mientras intentamos no morir de frío, aunque los elementos de supervivencia son más anecdóticos que realmente importantes en el desarrollo de la aventura, incluso en los niveles más difíciles. La primera parte, y también la más interesante del juego, nos invitará a explorar la mansión Hamilton en busca de una respuesta o, mejor, un teléfono desde el que pedir una evacuación rápida.
Parabole se esconde poco y demuestra bien claras sus influencias en este momento del juego con una mansión plagada de puzles y alguna que otra sorpresa en la que no faltan los maniquís. Explorar la casa y solucionar sus puzles, algunos muy de los años 80, es una de las partes más divertidas del juego. Lamentablemente, y siguiendo las influencias, tras un intermedio interesante llega la segunda parte del juego con un escenario cuyos puzles te obligarán a pasar una y otra vez por los mismos sitios sin ninguna novedad en el camino. Una mala decisión que hace que todo lo que habíamos disfrutado en la mansión se diluya. Su tercera parte cumple y se acerca al cierre del telón, aunque la sensación de esas primeras horas, que no han estado nada mal, ya no es tan potente al llegar a los créditos finales del juego.
Un juego indie de investigación
Kona 2 Brume mantiene el espíritu y la filosofía de la primera entrega, aunque deja en el aire algunos de los aciertos del lanzamiento original. La investigación da paso a una exploración que brilla sobre todo cuando buscamos ciertos elementos en el trineo y una supervivencia que no llega a poner las cosas demasiado difíciles en ningún momento. Destaca el uso de la linterna y la necesidad de alimentarla con baterías, aunque se habría agradecido un ciclo día-noche y que hubieran llevado más allá la supervivencia con la necesidad de comer, dormir o descansar. Hay armas y se usan, pero no acaba de ser el mejor momento del juego con unos 'enemigos' que repiten su presencia tras la primera entrega.
Al final, Kona 2 es un juego narrativo de investigación en primera persona que ofrece un aspecto digno con algunos momentos muy bien llevados en la versión probada en PS5 con estampas más que interesantes. El doblaje, con voces en francés e inglés, incluye narrador nativo en francés canadiense o inglés americano, y la posibilidad de elegir si prefieres que comente toda la historia o sólo haga aparición en los momentos importantes. La ambientación de los 70 está muy lograda, así como la sensación de estar en medio de la nada, ya sea en un pueblo minero perdido, en medio de un lago en nuestra lancha, caminando entre lobos o deslizándonos sobre la nieve en nuestro trineo.
¿Merece la pena?
Kona fue uno de mis placeres culpables, y aunque se queda un poco lejos, he disfrutado las seis horas que he tardado en alcanzar los créditos finales de su segunda parte. Puede que la historia no alcance el misterio de la primera entrega, que la investigación falle en sus mecánicas con una cámara fotográfica que en vez de hacer las fotos que enfocas muestra imágenes al azar y que el diario de investigación sea mejorable, pero su tono lento y pausado y su ambientación bien merecen la pena el rato. La voz de la narración y ese alejarnos del mundanal ruido terminan por poner la guinda a un pastel que no es digno de la mejor pastelería, pero bien que quita el hambre y hasta deja con ganas de tomar un pedacito más.