Jefe final de Blasphemous 2 - Cómo derrotar a Devoción Encarnada

    Jefe final de Blasphemous 2 - Cómo derrotar a Devoción Encarnada

    Team 17

    Devoción Encarnada es el nombre del jefe final de Blasphemous 2, el aclamado juego de acción y plataformas desarrollado por The Game Kitchen y distribuido por Team17. Se trata de una criatura gigantesca y grotesca, formada por la unión de varios cuerpos humanos y animales, que representa la máxima expresión del Milagro, la fuerza sobrenatural que rige el mundo de Cvstodia. Si estás cansado de que te dé para el pelo, hoy te ayudamos a acabar con el Jefe final de Blasphemous 2y te contamos cómo derrotar a Devoción Encarnada.

    Blasphemous 2: Devoción Encarnada

    Devoción Encarnada es también el nombre de la última zona del juego, donde se tiene que enfrentar al jefe final. Esta zona se llama Monte Calvario, y está situada al norte del mapa. Para acceder a esta zona, hay que haber derrotado previamente a todos los demás jefes del juego, y haber obtenido la reliquia del Corazón del Milagro, una habilidad especial que cambia según la zona en la que se esté.

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    Jefe final de Blasphemous 2: Cómo derrotar a Devoción Encarnada

    Para derrotar a Devoción Encarnada en Blasphemous 2, hay que seguir estos consejos:

    • Hay que elegir bien las reliquias y los retablos que se quieren equipar para el combate, ya que cada objeto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y puede adaptarse mejor o peor a cada situación. Por ejemplo, hay reliquias que aumentan el daño, la defensa, la velocidad o la regeneración del Penitente, pero también hay otras que reducen su salud, su resistencia, su visión o su movilidad. También hay retablos que invocan a un aliado, que lanzan un hechizo, que curan al Penitente o que le otorgan una ventaja.
    • Hay que tener en cuenta si se quiere conseguir el final A o el final B del juego, ya que esto afecta a la dificultad del combate. Para conseguir el final A o verdadero, hay que entregarle el Incienso de los Enviados al jefe final antes de iniciar la batalla. Esto hará que la batalla sea más difícil, pero también permitirá acceder al final bueno. Para conseguir el final B o falso, hay que negar o no tener el Incienso de los Enviados al enfrentarse al jefe final. Esto hará que la batalla sea más fácil, pero también impedirá acceder al final bueno.
    • Hay que estudiar los patrones y los ataques del jefe final, ya que tiene varios movimientos y fases distintas. Algunos de sus ataques son: lanzar unas bolas de fuego desde su boca, golpear con sus garras o con su cola, crear unas ondas de choque con sus saltos o con sus caídas, invocar unos tentáculos desde el suelo o desde las paredes, disparar unos rayos desde sus ojos o desde su pecho o generar unas explosiones desde su cuerpo. Hay que estar atento a sus gestos y a sus sonidos para anticiparse a sus ataques y esquivarlos o bloquearlos.
    • Hay que aprovechar las oportunidades para atacar al jefe final, ya que tiene varias zonas vulnerables. Algunas de estas zonas son: su cabeza, su pecho, su cola o sus tentáculos. Hay que usar la espada o algún objeto arrojadizo para golpear estas zonas cuando el jefe final esté quieto o distraído. También se puede usar el poder del Corazón del Milagro para hacer daño extra al jefe final, ya que este poder cambia según la fase del combate. Por ejemplo, en la primera fase se puede usar el poder para reflejar los rayos que dispara el jefe final, y en la segunda fase se puede usar el poder para poseer uno de los tentáculos del jefe final y golpearlo con él.
    • Hay que tener cuidado con la salud y la resistencia del Penitente, ya que el jefe final puede hacer mucho daño y agotar rápidamente los recursos. Hay que usar las estaciones de oración para rellenar la salud y los frascos de bilis antes de entrar en el combate, y también hay que usar los frascos de bilis durante el combate cuando sea necesario. También hay que gestionar bien la resistencia del Penitente, ya que se necesita para esquivar, bloquear o atacar al jefe final. Hay que evitar quedarse sin resistencia, ya que eso deja al Penitente vulnerable a los ataques del jefe final.

    En resumen, Devoción Encarnada es el jefe final de Blasphemous 2, y representa el mayor desafío y la mayor revelación del juego. Para derrotar a este jefe final, hay que elegir bien los objetos que se quieren equipar, tener en cuenta si se quiere conseguir el final A o el final B del juego, estudiar los patrones y los ataques del jefe final, aprovechar las oportunidades para atacar al jefe final y tener cuidado con la salud y la resistencia del Penitente.

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